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La Unión Africana renuncia a desplegar una fuerza militar en Burundi

La Unión Africana (UA) renunció ayer a enviar una fuerza de mantenimiento de paz a Burundi, atrapado en una grave crisis política, ante la reticencia de varios líderes de estados africanos y el rechazo de Bujumbura. Nombrado el sábado presidente de la organización continental, el presidente chadiano, Idriss Déby afirmó que «nos reunimos demasiado, hablamos demasiado y escribimos demasiado pero no actuamos lo suficiente y a veces, nada». Respecto a Burundi, una de las prioridades de la cumbre que la UA clausuró ayer, los líderes de los estados africanos prefirieron posponer el envío de una «misión de estabilización» de 5.000 hombres que la UA había previsto en diciembre. Esta fuerza debería permitir superar la espiral de violencia en Burundi, que hace temer masacres a gran escala en este país marcado por una cruenta guerra civil que dejó más de 300.000 muertos (1993 -2006). La UA, que no quiere crear el precedente de enviar una fuerza militar a un país sin el consentimiento de este, acordó enviar una «delegación de muy alto nivel» para tratar con el Gobierno burundés.

«No hay voluntad de ocupar ni de agredir», intentó tranquilizar el comisario de la UA para la Paz y la Seguridad, Smail Chergui, a las autoridades burundesas. Pero el ministro de Exteriores de Burundi, Alain Aimé Nyamitwe, quien dijo estar satisfecho por la decisión de la UA, rebajó las esperanzas: «No creo que los jefes de Estado y de gobierno se desplacen hasta Bujumbura solo para tener una opinión sobre la cuestión. Todo el mundo está al corriente de la posición de Burundi».

El presidente Nkurunziza, ausente de la cumbre, había prometido combatir la misión africana como «una fuerza de invasión y ocupación».

Más de 400 personas han muerto desde el comienzo de la crisis, que ha empujado al exilio a 230.000 personas. La capital sigue siendo escenario de numerosas ejecuciones y enfrentamientos armados nocturnos.