GARA
PARIS
REFORMA LABORAL EN EL ESTADO FRANCÉS

Estudiantes lideran la respuesta en la calle y anuncian más acciones

Tras la huelga general del pasado jueves, los estudiantes volvieron ayer a las calles para reafirmar su rechazo a la reforma laboral de François Hollande. El sábado lo harán otra vez.

Las calles de ciudades y localidades del Estado francés siguen siendo escenario de protestas y movilizaciones contra la reforma laboral que el Gobierno de París trata de llevar a cabo. Tras la jornada de lucha del pasado 31 de marzo convocada por los principales sindicatos, ayer jóvenes y estudiantes tomaron la calle de nuevo, al considerar que la ley beneficia a los empresarios en detrimento de los derechos de los trabajadores.

Ayer fueron los estudiantes la punta de lanza de un movimiento iniciado hace poco más de un mes por los sindicatos de trabajadores. Paris, Nantes o Rennes fueron algunas de las citas movilizatorias más reseñables y potentes.

Con los precedentes de lo ocurrido en las manifestaciones de la anterior jornada de huelga, la vigilancia policial fue intensa ayer. En Rennes, por ejemplo, uno de los lugares más contestatarios, se estableció la prohibición de manifestarse en el casco histórico, pero los problemas se registraron en el tráfico ferroviario, ya que se sabotearon algunas vías poniendo sobre ellas tablas de madera. Como consecuencia, alrededor de 2.000 pasajeros quedaron bloqueados en los trenes que circulan entre París y Bretaña.

En Baiona, decenas de estudiantes junto con representantes del sindicato CGT se concentraron frente al Ayuntamiento labortano.

Los mayores incidentes entre jóvenes y agentes de la Policía se registraron en Nantes, a lo que se le sumó el bloqueo de institutos y universidades y la detención de 130 personas en París para ser identificadas, según confirmó la Policía.

En la capital francesa, no obstante, la protesta contra la reforma laboral ha sido continua desde el día de la huelga general. Desde entonces, cientos de personas pasan la noche en la Plaza de la República, cerca del memorial improvisado tras los atentados de noviembre en torno a la estatua central. Han bautizado su acción como «Nuit debout» (noche en pie) y, aunque cada amanecer son desalojados por la Policía, vuelven a acampar al día siguiente. En palabras de Camille, una joven miembro de la iniciativa, buscan construir «un fuerte movimiento social que reúna a todos los agentes precarios frente a la oligarquía».

Estudiantes y universitarios que salieron ayer a las calles parisinas mostraron su apoyo a este movimiento, que encuentra cierta inspiración en las movilizaciones del 15M en la Puerta del Sol madrileña. «‘Nuit debout’ es lo que nos hará continuar, lo que nos hará germinar un movimiento como Podemos», opinaba Juliette, una joven de 17 años, frente a las puertas bloqueadas de un instituto de la ciudad.

Capacidad para presionar

La jornada de protesta, anunciada el pasado jueves y, por tanto, con escaso tiempo de preparación, no logró la adhesión que la celebrada el día de la huelga general, pero los estudiantes veían importante actuar ayer, haciéndolo coincidir con el inicio de la tramitación parlamentaria de la reforma laboral. Las próximas semanas también serán claves para presionar al Gobierno galo, pero el calendario anuncia que la próxima semana comienzan los quince días de vacaciones de primavera para los estudiantes. A ello se le suma que los exámenes están a la vuelta de la esquina. Hay quien apunta que todos estos factores podrían debilitar la capacidad de movilización.

El Ejecutivo sigue de cerca todo ello, sobre todo teniendo en cuenta los precedentes de 1994 y 2006, cuando se frustraron reformas similares. William Martinet, presidente del primer sindicato estudiantil, l’Unef, se mostró convencido. «Será la juventud echada a la calle quien lo logre», declaró, en alusión a las posibles modificaciones de la reforma laboral, que ha recibido más de mil enmiendas.