EDITORIALA
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Un tímido paso hacia la banca pública

El Ejecutivo navarro ha hecho públicas las bases para contratar la elaboración de un informe sobre la creación de una institución financiera pública dando cumplimiento a uno de los puntos del acuerdo programático que sustenta el actual Gobierno. Nafarroa se une a otras comunidades que de una u otra manera han avanzado hacia la creación de una banca pública, como es el caso de Andalucía –con una ley autonómica–, Catalunya, la CAV o la Comunidad Valenciana con sendos institutos de finanzas que han conocido niveles de desarrollo bastante heterogéneos. Quizás sea en Catalunya donde más se ha avanzado hacia un modelo de banca pública centrado en la inversión productiva.

Las disposiciones de la licitación definen el alcance del informe y muestran la voluntad del Gobierno foral en esta materia. El objetivo del estudio es analizar la viabilidad de la intervención pública en el sistema financiero, formulación que cuestiona la idoneidad y oportunidad de una banca pública y que da por descontado el carácter subsidiario que dicha intervención tendrá en la financiación de la economía. Entre los fines se da prioridad a una entidad pública que dinamice la actividad crediticia a las empresas y solo subsidiariamente se plantea la posibilidad de financiar a las familias y al sector público. A primera vista resalta la falta de ambición con la que el Ejecutivo foral plantea el proyecto, circunscribiendo la intervención pública a las posibles carencias del sector privado, de modo que, en ningún caso, éste pueda sentir cierta competencia pública.

En cualquier caso, es importante que este tipo de proyectos se analicen y se pongan en marcha. Solo a partir de ahí, dependiendo de la utilidad y de la dimensión que la sociedad les dé, adquirirán volumen y relevancia. Tal vez, el estudio tenga como resultado una entidad que llegue a ser el embrión de un futuro banco público vasco-navarro. Más le constará llenar el hueco dejado por la desaparición de las cajas de ahorro.