La última sesión de la semana devolvía el optimismo a las bolsas, después de que los datos de empleo en Estados Unidos rompieran los pronósticos de forma rotunda. En julio se crearon 255.000 nuevos puestos de trabajo, una cifra muy superior a los 180.000 previstos por los expertos. Además, se elevaba el número de los empleos creados en mayo y junio. La tasa de paro, sin embargo, se mantuvo en el 4,9%. Estas referencias fueron determinantes en la consolidación de los avances de los índices, también en Estados Unidos, donde el S&P 500 renovaba los máximos históricos y el Nasdaq 100 trataba de hacer lo propio. Como estaba previsto, el buen dato de creación de empleo da argumentos a los que esperan una subida de los tipos de interés. De otro lado, los bancos salieron de la dura presión de las ventas, aunque la prudencia sobre el futuro del sector sigue en máximos. Este pensamiento lo puso sobre el papel la agencia Moody’s al advertir de sus problemas de rentabilidad y pasar la perspectiva de positiva a estable.

El Ibex culminó su segunda sesión consecutiva en verde con un avance del 1,84%, hasta los 8.539,40 puntos. En la semana recorta un 0,56%. En Europa, los índices se anotaron ganancias. Fráncfort sumó un 1,36%; París, un 1,49%; y Londres, un 0,79%. En el año, solo el índice londinense, que sube un 8,83%, no tiene pérdidas. Dentro del Ibex, los bancos mantuvieron los rebotes. Entre los mejores, destacaron Caixabank (+3,61%), Santander (+3,12%), Bankia (+3,02%) y BBVA (+2,62%). También registraron notables subidas Inditex (+3,94%) y Técnicas Reunidas (+3,64%).

En París, el cementero LafargeHolcim (+5,49%) se benefició de los resultados, mientras que Sanofi (-0,30%) y Vinci (-0,28%) eran los únicos perdedores.