Agustín GOIKOETXEA
BILBO

El exiliado bilbaino Gaizka Sopelana vuelve a Euskal Herria 35 años después

35 años después de dejar atrás el Casco Viejo de Bilbo Gaizka Sopelana regresa mañana a Euskal Herria. Lo hace para ser tratado en el Hospital de Gurutzeta del tumor detectado hace un mes en México. Una concentración le recibirá a las 9.00 en el centro hospitalario.

El exiliado bilbaino Gaizka Sopelana Aduriz pisará mañana de nuevo tierra vasca después de permanecer lejos de Euskal Herria durante 35 años. El refugiado regresa para ser tratado en el Hospital de Gurutzeta del tumor maligno que hace un mes le fue detectado en México. Por tal motivo, mañana se ha convocado a las 9.00 horas una concentración a las puertas del centro sanitario baracaldés para arropar al represaliado.

Poco antes de esa hora está prevista su llegada al aeropuerto de Loiu, desde donde será trasladado a Gurutzeta. Con él viajan desde México un médico y su compañera. Al margen de la movilización de mañana a las puertas del hospital, está previsto que se pongan en marcha diversas iniciativas para recabar solidaridad con el exiliado.

Sopelana Aduriz, de 55 años de edad, ha permanecido siete lustros –desde 1981– alejado del Casco Viejo bilbaino por su compromiso político. Muy vinculado al movimiento popular desde su juventud, fue irakasle en la ya desaparecida gau eskola Gure Leku. A finales de los años 70 del siglo pasado fue arrestado en varias ocasiones por participar en manifestaciones proamnistía, además fue encar- celado y posteriormente canjeado, junto con otros presos políticos, por la liberación del político de UCD Javier Rupérez.

Asimismo, es destacable su faceta como escritor, pues es el autor de dos libros publicados por la editorial Txalaparta, “Los ejércitos de Terracota” (2013) y “Los contrabandistas del Bidasoa” (2000).

Gaizka Sopelana Aduriz es hijo de Andoni Sopelana, uno de los resistentes vascos que volaron el monumento al general fascista Emilio Mola y que posteriormente fue encarcelado en la prisión de Larrinaga. Asimismo, es nieto de Manolo Sopelana, partícipe y organizador de la fuga del campo de concentración de Gurs, en el Estado francés; y de Hermógenes Aduriz, gudari del batallón Avellaneda en la guerra de 1936.

Comunicado de Sare

A la situación del represaliado bilbaino se refirió ayer Sare en una nota de prensa en la que recuerda que «los refugiados tambien tienen derecho a la salud, y con la situacion judicial y acoso que viven este derecho es vulnerado». Por ello, exige «su regreso a casa con todas las garantías para ser atendidos».

La red ciudadana también se hace eco del estado de Aitzol Gogorza, preso gravemente enfermo que inició una huelga de hambre el pasado día 6 para exigir su liberación. En solidaridad con el prisionero Sare ha convocado una concentración mañana en el Hospital de Donostia. Ayer, 150 personas se movilizaron en Errenteria.