El PNV celebró ayer en el Arenal bilbaino un multitudinario acto de cierre de campaña con un doble llamamiento: a activar el voto joven y a no relajarse ante los buenos resultados que auguran las encuestas a los jelkides. Según datos de la formación, 3.000 afiliados y simpatizantes participaron en un mitin, en el que la elevada media de edad entre el público se compensó con un grupo de jovenes sobre el escenario arropando a los candidatos.

Entre los asistentes, en primera línea los consejeros que han conformado el Gabinete Urkullu y los lehendakaris José Antonio Ardanza y Juan José Ibarretxe, que apareció ayer por primera ve en campaña y que dejó la imagen del abrazo con Iñigo Urkullu, con quien mantiene notables diferencias sobre unilateralidad-bilateralidad.

Urkullu, que defendió en su discurso que la apuesta del PNV es la de «seguir creciendo como personas libres en una Euskadi cada día más libre», destacó que la del PNV es una «utopía realizable». Buena parte de su mensaje estuvo dirigido al voto de los jóvenes, a quienes pidió que el domingo escojan la papeleta de su partido porque «el voto al PNV es el voto inconformista de quien quiere mejorar, de quien quiere afrontar la realidad de verdad, tal y como es, con esfuerzo y trabajo».

«No os prometo lo que no puedo cumplir», afirmó el aspirante a la reelección, que dejó sentado que en su caso «nada de autocomplacencia». Apuntó, asimismo, que «el referente» del PNV es el norte de Europa. «Queremos ser líderes en Europa», enfatizó, y lanzó como idea fuerte entre sus propósitos de gobierno «luchar contra la pobreza», además de «garantizar la educación y la sanidad».

«Hemos avanzado sin dejar a nadie atrás» o «no olvidéis a las personas más necesitadas» son algunos de los mensajes que Urkullu lanzó por la tarde, desde el atril, después de afirmar por la mañana ante los micrófonos de Radio Euskadi que no es partidario de aumentar la RGI porque, a su juicio, si se amplía «se invita a que la gente no trabaje». Preguntado sobre esta cuestión, el candidato jelkide agregó que un aumento de la RGI sería posible, pero «a costa de muchas otras cosas, de otros gastos públicos, inversiones y desarrollo económico» y agregó que esto lleva a «romper con la cultura vasca de sacrificios y esfuerzo».

Según consideró Urkullu, aumentar la cuantía de la RGI lleva a la sociedad a «una cultura acomodaticia», en la que los jóvenes no se sienten incentivados a buscar empleo ni a formarse «porque saben que pueden tener garantizado un sustento sin ningún tipo de compromiso personal ni colectivo».

«Todo lo que es cronificación de ayudas y el gratis total es perjudicial para una cultura de avance y desarrollo de la sociedad y las personas», manifestó.

Antes de que Urkullu hiciera aparición arremangado ante el atril y entonando con sentido acento el poema de Aresti «nire aitaren etxea defendituko dut», el cabeza de lista por Gipuzkoa, Joseba Egibar, recriminó a la izquierda abertzale que haya sustituido «el apellido abertzale por el de izquierda independentista» o que hayan desaparecido las ikurriñas de los actos de la coalición.

El de Egibar fue el mensaje más soberanista, con numerosas apelaciones a un Estado vasco, a «ser dueños de nuestro futuro», a la necesidad de «estructuras de Estado» para hacer «políticas que pisen la tierra» y llamamiento incluido a «hacer frente a un Estado para ganar nuestra libertad».

Una campaña «antiPNV»

El presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, cerró el acto pidiendo un último esfuerzo y lamentando que esta «ha sido una campaña anti-PNV». «Somos el enemigo a batir por todos», dijo Ortuzar, que defendió que las del PNV son «ideas claras frente a tanta confusión».

«Qué sarta de ocurrencias y despropósitos! La llamada Renta Básica Incondicional de Podemos, los tropecientos mil nuevos funcionarios de Bildu, los vídeos chabacanos de los socialistas , la sucia pelea del PP por quitarle hasta la última migaja a Ciudadanos, los paracaidistas aerotransportados desde Madrid...».

Ortuzar, que repitió la metáfora de «a quién le dejarías las llaves de tu casa para que te la cuidara», apuntó que si estuvieran en las manos del resto de fuerzas «se pasarían el día buscando las llaves y la casa sin barrer».

«Lealtad a esta nación»

Ensalzó «la lealtad» del PNV «a esta nación», a «la causa del pueblo vasco». «En un momento en el que todos los demás partidos tienen divisiones, disensiones, crisis a puerta cerrada o a tuit abierto, nosotros estamos bien, unidos, fuertes», alardeó.

Lanzó un último llamamiento a simpatizantes y militantes a «aprovechar cada minuto» y a no olvidar que «hacen falta todos los votos». «Aún queda tiempo para trabajar y aún quedan fuerzas para convencer, para hablar, para ayudar a reflexionar a los indecisos.

Urkullu volvió a subrayar ante los micrófonos la capacidad del PNV para llegar a acuerdos, algo que situó entre los méritos de su formación, porque le ha permitido ir «labrando» con los años una «estabilidad». Afirmó que está «absolutamente satisfecho» de ello y citó los pactos con el PSE. Pese a ese optimista balance, manifestó que le llama la atención que «habiendo gestionado el pacto con el PSE en comisiones de seguimiento y no habiendo reproches de los socialistas esté escuchando algunas cosas del PSE que llaman la atención», en referencia expresa a la acusación de Idoia Mendia, de «falta de ambición».

Las loas a los acuerdos compartidos con el PSE chocaron también con la posición de esta formación en torno al euskara. Criticó que la formación que lidera Mendia haga «una disputa» del trilingüismo, algo «que quieren usar como bandera».

EAJ-PNV

«Si se amplía la Renta de Garantía de Ingresos se invita a que la gente no trabaje »

Iñigo URKULLU

Candidato a lehendakari