Beñat ZALDUA

El termómetro electoral de la CAV se esconde en Aiaraldea

¿Qué tienen en común el lehendakari Juan José Ibarretxe, el histórico militante de la izquierda abertzale, preso en su día por formar parte del Consejo de Administración de “Egin”, Pablo Gorostiaga, y el delegado del Gobierno español en la CAV, Carlos Urquijo? Que son de Laudio. ¿Se los imaginan juntos en una comida? Si no fuese cierto, costaría creerlo, pero así es; los tres forman parte de la Cofradía del Señor Sant Roque, que «se reúne anualmente alrededor de una mesa, según ancestral costumbre, para homenajear al santo, practicar la convivencia y alentar el espíritu fraternal», según explica la propia cofradía.

La coincidencia no pasaría de la anécdota si no fuese porque Laudio es, electoralmente, una copia en miniatura de la CAV. Igual que la comida que cada año reúne a tan dispares y destacados comensales puede funcionar a modo de espejo del país, los resultados electorales de Laudio reflejan las tendencias electorales del conjunto de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. Como Ohio en EEUU, la localidad de Araialdea es el barómetro para saber qué puede ocurrir en el conjunto de la CAV.

Así lo ha sido al menos durante las elecciones al Parlamento de Gasteiz y al Congreso de los Diputados celebradas durante los últimos 16 años (las municipales son harina de otro costal). En las diez citas electorales celebradas en este periodo (cuatro autonómicas y seis estatales), en las que ha habido auténticos terremotos políticos como las ilegalizaciones, la entrada de EH Bildu o la irrupción de Podemos, las posiciones obtenidas por los cinco primeros partidos políticos en Laudio son exactamente las mismas que en la CAV. Solo hay una excepción: en las elecciones estatales del 26 de junio de este año, el PSE fue tercera fuerza en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa con el 14,32% de los votos y EH Bildu cuarta con el 13,37%. En Laudio las posiciones se invirtieron por una pequeña variación en el porcentaje: un 14,74% para la izquierda independentista y un 14,46% para los socialistas.

Exceptuando este detalle, los resultados obtenidos por las fuerzas políticas en Laudio y en la CAV son idénticas, aunque los porcentajes, evidentemente, varían. De hecho, lo hacen exponencialmente. Es decir, el que gana en la CAV, gana en la localidad alavesa con mayor apoyo que en el conjunto, mientras que el que pierde, lo hace de forma más contundente todavía.

El caldo de cultivo

La pregunta es obvia: ¿Por qué? Son varias las figuras de la localidad en apuntar que la evolución del pueblo es pareja a la evolución de la sociedad vasca. El exalcalde Pablo Gorostiaga es uno de ellos, al recordar que cuando nació, en los años 40, «esto era un pueblo rural de 2.000 habitantes», tras lo cual vino el desarrollo industrial, con todo su «crecimiento desordenado y carente de equipamientos». Llegaron también entonces las luchas laborales, recuerda: «Había muchos déficits y nos tuvimos que meter en política».

«Es un pueblo muy vivo en el que se han dado grandes peleas y grandes conquistas», asegura Gorostiaga, que recuerda cómo ya en el año 1974 elaboraron un «inventario de necesidades», fruto de una «dinámica muy activa» en la que coincidió, entre otros, con el padre y el tío de Carlos Urquijo. «De ese invernadero salieron estas plantas», añade.

Desde las filas del PNV, el exparlamentario en Gasteiz y en Madrid Emilio Olabarria, también natural de Laudio, echa la mirada más atrás y se remonta a las guerras de banderizas y a las hermandades «que se levantaron y organizaron contra el poder de los Jauntxos» para hablar de la politización de un valle «con un inconsciente colectivo muy fuerte y con un gran sentido de la libertad, formado por gente un tanto levantisca, con una identidad muy acusada en todos los aspectos de la vida».

Olabarria menciona como rasgos específicos el auzolan y la explotación comunitaria de los bosques, y añade que, al llegar la industria, ocurrió lo mismo que en Bilbo a pequeña escala, con la llegada de «gente nacida fuera y con procesos de integración no siempre sencillos». De hecho, las tensiones son parte de la idiosincrasia de Laudio, según Olabarria, que pone como ejemplo «la gran tensión entre el nacionalismo que llegó desde Bizkaia y el carlismo representado por el marqués de Urquijo». También menciona las broncas que siguieron a la creación de EA, así como la «eterna» pugna entre el PNV y la izquierda abertzale, entre quienes la alcaldía ha ido bailando «por un puñado de votos». «Había un humus muy rico, un caldo de cultivo del que es normal que hayan surgido vocaciones políticas tan fuertes como la de Ibarretxe, la de Gorostiaga o la de tantos otros».

Otro personaje ilustre de Laudio, Eduardo Gabiña, más conocido por su nombre artístico Yogurinha Borova, reafirma lo de la temprana politización: «De pequeños jugábamos a manifestaciones, bajábamos a ver las peleas de los sindicalistas, las hostias que se daban cada día». Gabiña, que escapó a Bilbo con 21 años, añade que «no deja de ser un pueblo», pero destaca que «es muy especial, muy de extremos». «Es una zona fronteriza, con muchas influencias, una tierra de nadie con mucha migración en su día pero con mucho arraigo también», sentencia antes de concluir, con sorna: «Qué te voy a contar, mira qué personajes hemos salido de ahí, yo mismo, Tinieblas González, Espido Freire...».

¿Y el 25S?

La pregunta siguiente es igualmente evidente: ¿Qué pasará hoy en Laudio? ¿Sirve de termómetro para anticipar qué puede pasar en esta jornada electoral en el resto de la CAV? Otro ilustre criado en Aiaraldea es el árbitro Eduardo Iturralde González, quien sobre el clima en el pueblo afirma que «la evolución es evidente». «Antes se interactuaba menos entre gente de diferentes corrientes y esos bloques están desapareciendo», añade. Sin embargo, el árbitro que más tarjetas amarillas ha sacado en la historia de la liga española no acaba de mojarse del todo: «Creo que por arriba no habrá grandes diferencias y por abajo PSOE y PP lucharán por frenar su tendencia a la baja. La incógnita estará entre Podemos y EH Bildu».

En efecto, la principal pregunta en Laudio también es qué pasará con Podemos, que igual que en la CAV, ha ganado las dos últimas citas electorales estatales. «Es difícil ubicarlos, en todo caso se tienen que ubicar ellos, porque han tenido muchos votos, pero a eso hay que darle forma», explica Gorostiaga, que prefiere no aventurarse a decir qué va a pasar: «Soy nefasto para hacer porras, pero estoy seguro de que serán unos resultados muy provechosos, se les podrá sacar un gran rendimiento». Olabarria es el que lo tiene más claro: «Podemos obtuvo unos grandes resultados en las estatales, pero van a bajar mucho ahora en Laudio, este sigue siendo un pueblo polarizado entre dos corrientes muy fuertes».