Ion SALGADO
GASTEIZ

Urkullu se limita a hablar de una «actualización» de la política fiscal

Iñigo Urkullu asume que es «necesaria la actualización de la normativa en vigor para garantizar los servicios públicos y la competitividad empresarial», pero no aclara cuáles son los impuestos que se deben modificar ni en qué sentido. Insiste en que hay que analizar los resultados de la reforma de 2013 y advierte de que los cambios deberán ser abordados en el Órgano de Coordinación Tributaria. Después, el Ejecutivo remitirá a todos los grupos su propuesta.

El lehendakari Iñigo Urkullu mantiene una posición ambigua sobre la necesidad de acordar una reforma fiscal, reclamada por los grupos de izquierda en el Parlamento de Gasteiz. No aclara, por ejemplo, si su partido está dispuesto a aumentar los tipos del Impuesto de Sociedades. Se limita a decir que es «necesaria la actualización de la normativa en vigor para garantizar los servicios públicos y la competitividad empresarial». «Desde esta base, también valoro necesaria una reflexión y análisis de fondo sobre los resultados de la anterior reforma fiscal», añadió en su intervención en el pleno de ayer.

«Planteo aplicar el método de trabajo que ha permitido alcanzar la paz fiscal con el acuerdo del Cupo; es decir, un diagnóstico compartido y trabajo técnico discreto, medidas concretas con visión a medio plazo y, sobre todo, voluntad política de acuerdo. Creemos que es posible mantener los incentivos para mejorar la competitividad y el progreso económico, recaudar lo suficiente para garantizar el bienestar social y seguir disminuyendo el fraude fiscal revisando el actual sistema de sanciones». Así contestó a una pregunta formulada por Alfonso Alonso (PP), quien defendió una bajada en el tipo del Impuesto de Sociedades y recordó que el acuerdo presupuestario con el Ejecutivo autonómico incluye una cláusula en la que se recoge que «la política fiscal se va a utilizar como una herramienta a favor de la competitividad de las empresas y de que Euskadi sea un lugar atractivo para las inversores».

Esta revelación suscitó las críticas de EH Bildu, que, por boca de Leire Pinedo, preguntó si la citada cláusula es «la cara C del acuerdo presupuestario con el PP».«Eso es lo que pidió Confebask, bajar el Impuesto de Sociedades y el Impuesto de Patrimonio con la excusa de mejorar la ventaja de las empresas. Hay que tener mucho morro, señor lehendakari. Eso es lo que tienen esas personas, mucho morro, porque no quieren hacer la aportación que tienen que hacer a la sociedad y quieren recibir todo lo que tienen que recibir del Gobierno Vasco y de las diputaciones forales, ahí tenemos el búnker de Bizkaia», subrayó la parlamentaria.

El inquilino de Ajuria Enea hizo oídos sordos a las críticas de la coalición soberanista e insistió en que «el Gobierno en su conjunto está de acuerdo en no convertir esta cuestión en un bucle demagógico. Trabajaremos en el Órgano de Coordinación Tributaria y ofreceremos a todos los grupos la propuesta».

EH Bildu Araba

Por otro lado, el portavoz de EH Bildu en las Juntas Generales de Araba recordó que cualquier pacto con el PP va en contra del acuerdo presupuestario alcanzado con la Diputación, en el que se propone una reforma fiscal para incrementar la recaudación. «EH Bildu sigue defendiendo lo mismo que hace escasos cinco meses. Y queremos saber si el PNV va a cumplir lo acordado en Araba o si tiene otro pacto que no ha hecho público en sentido contrario. ¿Cuál es la postura del PNV, la que defiende Aspiazu o la de Rementeria?», cuestionó Kike Fernández de Pinedo, que afirmo que existe un margen «muy amplio» para la reforma fiscal, tal como se puso de manifiesto en las jornadas sobre fiscalidad celebradas esta misma semana en el Museo Artium de Gasteiz.

 

Erkide recuerda a Cebek sus obligaciones «parafiscales»

El presidente y el director de la Federación de Cooperativas de Trabajo Asociado, Enseñanza, Consumo y Crédito (Erkide), Javier Goienetxea y Agustín Mendiola, afirmaron ayer que desde la reforma de 2007 la fiscalidad ha sido peor para estas empresas que para las sociedades de capital. Aquel año la tributación de las mercantiles bajó al 28% en general y al 24% para pymes –seis puntos menos en este último caso–, mientras que la de las cooperativas solo descendió un punto, al 20% general y al 18% para pymes. Así, respondieron a la propuesta de Cebek, que apuesta por igualar la fiscalidad de las cooperativas con la del resto de empresas. Recordaron que la fiscalidad de las cooperativas tiene unas regulaciones «parafiscales» que no tienen las mercantiles, como es la obligatoriedad de dedicar el 30% de sus resultados anuales a dos fondos: el Cofip, que se invierte en entidades sociales del entorno, y el FRO, fondo de reserva irrepartible entre los socios.I.S.