Nerea GOTI
BILBO
CUATRO PERSONAS PIERDEN LA VIDA EN UN INCENDIO EN BILBO

Consternación en Zorrotza, donde la tragedia «se veía venir» en La Landa

La muerte de una pareja y dos niños de corta edad en el incendio de un edificio antiguo en la zona conocida como La Landa, en Zorrotza, sacudió ayer al barrio en un doble sentido, en forma de consternación, por la pérdida de cuatro vidas, y con enfado, porque tal y como se repetía ayer, «algo de esto se veía venir» y se había advertido.

Los fallecidos en el incendio de una vivienda en Zorrotza son una pareja de 26 y 24 años y dos niños, de 3 y 5 años. Se trata de Joaquín Giménez Pinto, un joven que se dedicaba a la venta ambulante, y su compañera, sobre cuya identidad solo se facilitó su nombre, Rocío, a la espera de la identificación oficial. Vecinos señalaron a GARA que Joaquín se crió en el barrio, donde estudió primero en la escuela de Siete Campas y después en el instituto, y que los dos niños estaban escolarizados asimismo en el centro público del barrio.

El fuego se declaró hacia las 6.30 de la mañana en el número 7 de la calle Barinaga, en el corazón del primigenio enclave residencial de Zorrotza, en un inmueble de dos plantas y ático, de estructura de madera, rodeado de solares que han dejado edificios que sufrieron primero derrumbes y fueron finalmente demolidos. A mediodía los bomberos seguían trabajando enfriando el edificio para asegurar que el fuego no se reavivara desde el tejado, lugar por el que evacuaron los cadáveres, mientras se proseguía con las investigaciones para esclarecer qué originó el fuego.

Según precisaron fuentes municipales, el aviso se recibió a las 6.34. Fueron los residentes de inmuebles cercanos los que alertados por los gritos intentaron socorrer a los afectados en primera instancia hasta la llegada de los servicios de extinción, pero las llamas habían cobrado ya gran virulencia. «Hemos intentado entrar pero era imposible hacer nada», relataron a Efe, al tiempo que destacaron que adultos y niños saltaban por la ventana huyendo de las llamas, de ahí que muchas de las lesiones que presentan hayan sido producidas en la caída.

Además de los cuatro fallecidos, nueve personas fueron trasladadas al hospital, dos de ellas en estado crítico, un hombre que presenta quemaduras en el 25% del cuerpo, además de lesiones ocasionadas al precipitarse a la calle, y una mujer, que se encontraba inestable, intubada, ingresados ambos en la unidad de grandes quemados.

Una tercera afectada, una chica de 23 años, está ingresada con pronóstico grave en San Eloy, en Barakaldo, afectada por inhalación de humo, fractura en la vértebra lumbar y en extremidad inferior. El resto de los hospitalizados, entre ellos varios menores de edad, resultaron heridos por lesiones o por el humo. Se estima que en el edificio residían más de 20 personas.

Junto a los servicios de emergencia, al lugar se trasladaron ayer profesionales de atención social y sicológica. También el alcalde, Juan Mari Aburto, visitó la zona, donde manifestó sentirse «roto».

Décadas de abandono

Levantado el precinto policial establecido en las inmediaciones del incendio, cercano a la línea de ferrocarril de Renfe, muchos de los residentes se acercaron al lugar, al que llegaron familiares de las víctimas. «Es que es la hostia», lanzó a modo de reflexión personal en voz alta un hombre de avanzada edad, mientras algunos vecinos recordaban que la planta baja del edificio presentaba problemas de inundación, eran las dos superiores las que estaban habitadas. Tal y como indicaron, tras la demolición de una casa contigua, el Ayuntamiento había instalado un cuadro de luz.

«Esta es una zona muy degrada, en la que llevamos más de 30 años pidiendo que se actúe, la degeneración es total y eso irradia problemas», manifestaron representantes de la asociación vecinal. «Aquí surgió Zorrotza, aquí estaba la escuela, el lavadero... y luego, como suele suceder, estas zonas envejecen, se abandonan, se va construyendo nuevo y se crea una zona marginada y marginal, de infravivienda total», denunciaron.

Insistieron en que son «decenas y decenas de años los que llevamos denunciando que esta zona no reúne condiciones de habitabilidad, lo triste es que se solucione cuando pasan sucesos tan graves o cuando llegue un proyecto especulativo para la Punta de Zorrotza». «Aquí vivían familias asentadas en Zorrotza con sus dificultades, con sus problemas, no había que esperar al megaproyecto ni a nada de esto, y aquí todos esperábamos en cualquier momento un derrumbe, un incendio...».

Petición de reunión, en enero

Tal y como indicaron Txetxu Rojo y Luis Muñoz, fue el pasado enero cuando solicitaron una reunión con el Ayuntamiento, al que reclamaron que diferentes áreas trabajaran sobre las diferentes problemáticas de la zona, y que se estudiaran las casuísticas diversas de las personas del lugar de cara a lograr una intervención que atendiese a «propietarios, inquilinos, ocupas, gente nómada...».

Preguntaban entonces por datos como el número de personas empadronadas, las viviendas sin agua corriente, energía eléctrica, WC, baño o ducha, así como el número de viviendas en estado ruinoso o deficiente. Hasta ayer, cuando al conocer la noticia pensaron que era otro inmueble el afectado, un bloque cercano de seis alturas, situado junto a las vías, en el que residen decenas de personas. Según recordaron, hace años que algunos residentes lo abandonaron, «porque cuando hay fuertes rachas de viento se mueve».

Tal y como subrayaron, el colectivo vecinal ha defendido ante todo la integración, dejando «muy claro que hay unos derechos humanos más allá de problemas convivenciales».

Según difundió Efe, los vecinos que perdieron ayer sus casas en el incendio fueron acogidos en viviendas de sus familiares, ya que la situación arquitectónica del inmueble es «técnicamente de colapso».

El último parte médico emitido por el Servicio de Salud a media tarde indicó que el pronóstico seguía siendo «muy grave» para las dos personas que presentan lesiones y quemaduras importantes, los padres y abuelos de los fallecidos, mientras dos de los cuatro niños ingresados habían sido dados de alta y un tercero trasladado al hospital de Basurto.

 

«PNV, PSE y PP se comprometieron con la regeneración en 2015»

La Junta de Portavoces del Consistorio bilbaíno mostró ayer su más profundo dolor por el suceso, al tiempo que mostró su solidaridad con las familias y allegados de las víctimas y afectados. Durante su visita al lugar del siniestro, el primer edil, Juan Mari Aburto, manifestó que «hay una tragedia sobre unas familias y eso es lo triste y lo relevante en estos momentos». «A partir de ahí trasladar mi condolencia y la del Ayuntamiento», señaló, al tiempo que indicó que el edificio no estaba declarado en ruina. El Consistorio anunció, asimismo, que los responsables de Acción Social, Seguridad Ciudadana y Planificación Urbana comparecerán a petición propia para informar de este asunto.

Sin embargo, a las voces de la asociación de vecinos sobre la responsabilidad del Consistorio, se sumó la denuncia de los grupos de la oposición EH Bildu, Udalberri y Goazen, que denunciaron que el Gobierno municipal (PNV y PSE) y el PP asumieron en 2015 el compromiso de regenerar la zona «y no lo han cumplido». Recordaron que, a petición de la asociación vecinal, las tres formaciones trasladaron al Pleno en 2015 la necesidad de «rehabilitación integral de la zona», ante lo que el PNV, PSE y PP se comprometieron a «analizar más profundamente si cabe la situación de Régimen Edificatorio y desestructuración social existente» y adoptar «medidas inmediatas». «Se constata la existencia de un Bilbao de dos velocidades que tiene consecuencias trágicas», dijeron. .GARA