Agustín GOIKOETXEA
bilbo

Aburto confiesa que el peaje que plantea su socio de gobierno no le gusta

El futuro Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Bilbo está tocado después de que el alcalde dijese en una entrevista en ETB que la aplicación de un peaje disuasorio a los vehículos privados «no va a estar» entre las medidas que salgan del proceso participativo en marcha.

Hace una semana se puso en marcha en el Consistorio bilbaino un proceso participativo que culminará en setiembre con la aprobación por el Pleno del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS). En el borrador se proponen 51 medidas entre las que se incluye la posibilidad de cobrar un peaje a los vehículos privados que accedan cada día al Botxo para tratar de que opten por el transporte público. Se avanzó que el dinero obtenido por esta tasa se destinaría a financiar nuevos bidegorris o el Bilbobus.

Esa propuesta fue bien recibida por la mayoría de los grupos políticos de la oposición, así como por colectivos vecinales y ecologistas. Por contra, la patronal del comercio y el PP han mostrado sus reticencias. La sorpresa saltó ayer cuando el alcalde, Juan Mari Aburto, aseguró en ETB que creía que la aplicación del peaje disuasorio «no va a estar entre las medidas que vamos a poner en marcha», por lo que los que acuden a Bilbo a diario con su vehículo particular «pueden estar tranquilos».

La sorpresa fue mayúscula, al cuestionar la propuesta de su socio y el propio proceso participativo impulsado por el área que dirige Alfonso Gil. Pocas horas después, el portavoz del PSE compareció para decir que «sigue adelante» y que el peaje no ha sido descartado aún.

Gil no ocultó que le sorprendieron las palabras de Aburto y por ello se reunió con él para pedirle aclaraciones. Dijo que había sido un «malentendido» y negó una «crisis de gobierno».

«Se ha podido entender que el alcalde decía que no a la participación ciudadana, pero Aburto me ha contado que no ha cuestionado las medidas, que en todo caso se someten a contraste, y que será respetuoso con el resultado. Y yo le creo», comentó el teniente alcalde del PSE.

«Todos nos podemos equivocar, al decir o al transcribir. A mí Aburto me ha comentado que él va a ser respetuoso y garante del resultado de los contrastes de las medidas. Y considero que ha quedado todo aclarado», añadió Gil, tratando de quitar importancia de la supuesta discrepancia en el Gobierno municipal.

El delegado de Movilidad y Sostenibilidad manifestó que «nadie ha dicho que no a ninguna medida, ni ninguna de ellas ha quedado descalificada». «Nuestra ambición es que en Bilbao se apliquen los mejores vectores de movilidad del mundo. No se trata de aplicar el programa del PSE o del PNV, sino de alcanzar el gran valor de este plan, que es el consenso. Y esto se logrará si todos trabajamos de manera discreta y con un mismo horizonte», señaló.

«Muchas veces los medios aprietan para lograr un titular, lo que es su trabajo, y el nuestro tiene que ser la contención. Ante cuestiones tan importantes para la ciudad tenemos que ser todos muy sensibles. No digo que el alcalde no lo haya sido, le conozco y sé que no buscaba generar controversia, pero ante un conato de polémica, lo mejor es hablar, como hemos hecho, y trasladar el mensaje del gobierno, que es que cumpliremos nuestra palabra», concluyó.