Dabid LAZKANOITURBURU
LEGISLATIVAS FRANCESAS

Macron arrasa, pero menos, con un nivel de abstención del siglo XIX

Como auguraban todos los pronósticos, el presidente francés, Emmanuel Macron, gozará de una mayoría aplastante en la Asamblea Nacional, reforzada con el apoyo de una derecha laminada y frente a una izquierda testimonial. Un triunfo lastrado por una abstención decimonónica y por debajo de las anunciadas dimensiones jupiterianas.

El presidente francés, Emmanuel Macron, logró una mayoría parlamentaria aplastante, según las primeras estimaciones de voto, arrasando con el resto de partidos, lo que le deja la puerta abierta para imponer sus reformas. Todo ello en el marco de una participación del 43-44%, lo que da un nivel de abstención para el que hay que remontarse hasta el siglo XIX, cuando las elecciones eran censitarias (no regía el sufragio universal).

No obstante, y a falta de datos definitivos, las estimaciones apuntaban a una victoria menos apabullante que la que presagiaban los resultados en la primera vuelta. Así, los sondeos a pie de urna auguraban entre 355 y 365 diputados a La République en Marche (LRM) de Macron y a sus aliados centristas de MoDem, muy por encima de los 289 escaños que aseguran la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, pero por debajo de las abrumadoras expectativas que le auguraban las encuestas (de 400 a 455) tras la primera vuelta del 11 de junio.

El voto corso

El hecho de que, por primera vez, los soberanistas corsos entren en la Asamblea Nacional, además con tres de los cuatro diputados en liza en una isla marcada a hierro y fuego por el caciquismo clientelar, da idea de la disyuntiva dialéctica entre fortaleza y debilidad de una candidatura presidencial que llega además lastrada por unaabstención decimonónica.

Ahora, de ahí a considerar una «muy buena noticia» como hizo el líder de La France Insoumise, Jean-Luc Mélenchon, el altísimo nivel de abstención, va un trecho que le apela a él y a su movimiento directamente, más allá de que, según todos los pronósticos, lograra ayer el acta de diputado por la 4ª Circunscripción de Bocas del Ródano (Marsella). Y todo ello sin obviar que la plataforma de izquierda, junto con el puñado de escaños logrados por el Partido Comunista Francés (PCF), lograba de largo formar grupo parlamentartio (15 escaños) con unas proyecciones que le auguraban entre 25 y hasta 40 asientos.

Muy lejos, con todo, de los 7 millones de votos (casi uno de cada cinco) que Mélenchon logró en la primera vuelta de las elecciones presidenciales.

«Fin de una época»

La derecha explícita francesa (Les Républicains) y sus aliados centristas lograrían entre 128 y 130 escaños, un magro resultado que fue interpretado por el exministro de derecha Valérie Pécresse como «más que una derrota, el fin de una época».

El jefe de filas de Les Républicains, François Baroin, se felicitó por el hecho de que su grupo parlamentario es «suficientemente importante para hacer valer las convicciones» de la derecha. En ese sentido no le falta razón, por cuanto la derecha avalará las medidas económicamente liberales de Macron.

En la misma línea, el ex primer ministro Manuel Valls (PS), que revalidó escaño por 138 votos, anunció que «quiero ser útil para el presidente» Macron.

 

El PS queda descabezado tras un desastre electoral histórico

El líder del Partido Socialista (PS) francés, Jean-Christophe Cambadélis, anunció su dimisión minutos después de que las estimaciones mostraran una derrota histórica de su partido en la segunda vuelta de las legislativas y una semana después de que quedara apeado de la segunda vuelta tras lograr un exiguo 10% de votos, lo que le condenó al cuarto puesto en las elecciones por la circunscripción 16º Distrito de París. El hasta ayer primer secretario del PS señaló que una dirección colectiva se hará cargo del partido. Según las proyecciones a partir de sondeos a pie de urna, el Partido Socialista, que hasta ahora controlaba la mayoría en la Asamblea Nacional, se quedaría ahora con entre 46 y 50 diputados, siempre junto a sus socios ecologistas.GARA