M. I.
ALTSASU

Tranquilidad en Sakana tras la labor previa para preparar la decisión

El miembro de Gure Esku Dago de Arbizu Pello Urzelai se recorrió los pueblos de Sakana empezando por Arbizu y terminando en Arruazu. Nos cuenta que en el primer pueblo vecinas y vecinas empezaron a votar nada más abrirse la urna a las 9.00. «Han tenido algún problema de conexión pero lo han solucionado».

Reinaba la tranquilidad, al igual que en Ziordia, pueblo más pequeño que amenizó la cita con queso y un poco de embutido en una campa al lado de la iglesia. El ambiente era muy cercano y cálido.

En Urdiain ya se comenzaba a sentir el bochorno. Había hinchables para los txikis y se preparaban también talleres. Se reunieron alrededor de 160 personas en la comida popular. En Irurtzun, abrieron la urna bajo una haima para poder protegerse del sol. «Hemos visto a gente joven, algunas vestidas de dantzari porque luego tenían actuación». Aquí también organizaron comida popular, al igual que en Olazti, donde celebraron con música y aplausos el hecho de superar la cantidad de las firmas.

Irañeta es muy pequeño, estaban llamados a votar 142 habitantes, así que no abrieron las urnas hasta el mediodía. Tampoco dieron la opción del voto anticipado al estimarlo innecesaria. Técnicamente todo estaba perfectamente pensado y ejecutado.

Jóvenes de Altsasu

En Altsasu había lógicamente más gente, más ambiente. Se abrió una txosna con música. Y ahí tuvo lugar el acto de Gure Esku Dago del mediodía. Luego se bailaron tres coreografías vistosas combinando la danza euskaldun y la moderna, una de ellas con la canción de GED.

Los jóvenes Jokin, Adur y Oihan, encarcelados por la trifulca de bar de octubre, también han podido decidir mediante el voto delegado, que emitieron el viernes.

Arruazu era la localidad más pequeña, con 88 personas llamadas a dar su opinión. El reto era superar los 50 votos y a la hora de recoger la información les faltaban apenas dos.

«En general, yo destacaría la tranquilidad. Cuando emprendimos el camino para estas consultas, la gente estaba más preocupada, pero hoy he visto a las vecinas y vecinos muy mentalizados y tranquilos, con todo muy bien preparado para avanzar», resumía Pello Urzelai.