Ingo NIEBEL
COLONIA

Gernika, la medicina con la que los alemanes quieren curar su pasado

La Luftwaffe alemana homenajea a las víctimas de Gernika en su base de Wunstorf. Con ello marca un antes y después en cómo tratar el pasado nazi. Le secundan el Ayuntamiento alemán, el de Gernika y partidos políticos. Los críticos, por el contrario, consideran que se trata de un acto de propaganda y apuntan a las contradicciones.

En la historia de los gestos alemanes hacia Gernika por el bombardeo de 1937 el día de ayer ocupa un lugar especial sin saber qué consecuencias puede traer. Sin duda es insólito el hecho de que ayer la Fuerza Aérea alemana se enfrentara a su pasado, instalando un bloque errático en su base de Wunstorf en el estado federal de Baja Sajonia.

En la piedra que pesa varias toneladas luce la inscripción: «A las víctimas del ataque aéreo de la Legión Cóndor sobre la ciudad de Gernika el 26 de abril de 1937». Hasta ahora oficiales de la Luftwaffe se han lucido más por minimizar la intervención de unidades de Wunstorf en la Guerra del 36 en general y en particular en la destrucción de la villa vizcaina.

La iniciativa de dar un giro de 180 grados en esta materia ha partido del comandante de la Escuadra de Transporte Aéreo, la LTG 62, el coronel Ludger Bette. En ello ha contado con el apoyo del alcalde demócrata cristiana de Wunstorf, Rolf-Axel Eberhardt (CDU). El gobierno municipal ha respaldado de forma unánime la idea de Bette de colocar el bloque errático dentro de la base y no un lugar público de libre acceso. «Ha sido idea del comandante, y yo no quiero que lo pinten y tampoco quiero que los de la derecha lo utilicen para sus manifestaciones», explicó Eberhardt a GARA.

En todo momento se notó que el acto con acceso limitado para invitados solo transcurrió según el programa elaborado por los militares y sin tener en cuenta otras interpretaciones que las alemanas de lo que es Gernika.

Preguntas inquietantes

Por el mal tiempo se celebró el homenaje en la sala del cine de la base. Ahí la Luftwaffe recibía a los invitados con una foto del mural que se halla en la villa foral con el lema “Guernica Gernikara”. ¿Hace la Fuerza Aérea ahora suya esta reivindicación de los gernikarras frente al silencio y la obstrucción desde Madrid a que se instale el cuadro en la ciudad cuyo nombre lleva? ¿Se habrán dado cuenta la canciller Angela Merkel (CDU) y sus Fuerzas Armadas, la Bundeswehr, de que la Legión Cóndor no solo causó daño material, sino también político destruyendo los gobiernos vasco, catalán y republicano?

Son preguntas que podrían inquietar a los diplomáticos españoles, quienes, por cierto, no estuvieron presentes ayer. Tampoco tienen que preocuparse de que la Luftwaffe se sitúe ahora al lado de las Brigadas Internacionales regresando a la Península Ibérica, corrigiendo los errores políticos del pasado, a no ser que el Bundestag lo decrete.

Para Bette la piedra es «una advertencia» recordando por un lado que el nazismo utilizó a las FFAA, la Wehrmacht, y que esta estuvo involucrada también en crímenes. Entre líneas se ve la razón de esa iniciativa: la Bundeswehr necesita una nueva tradición. Esta se basa por una parte en la defensa de los derechos humanos, interpretados desde el punto de vista alemán y europeo, y por otro en que la Bundeswehr es un «ejército del Parlamento». Con este término Bette se refiere al hecho, de que ni el presidente alemán ni la canciller o la ministro de Defensa puedan mandar a las FFAA a luchar en el extranjero, sino solo el Bundestag.

Así que, al contrario de lo que dijo recientemente Donald Trump, los alemanes ahora son los buenos y como tales reconocen su pasado y lo sellan poniendo una piedra en homenaje a Gernika en uno de sus cuarteles. El acto ha contado con el beneplácito del Alto Mando de la Luftwaffe y del Ministerio Federal de Defensa, dirigida por la demócrata cristiana Ursula von der Leyen. Este detalle no sorprende si se sabe que ella y su difunto padre, ex ministro-presidente de este land, deben sus carreras al comité regional de la CDU de Baja Sajonia.

Aparte de las elecciones generales, este estado federal celebrará también comicios regionales anticipados. Ante este fondo, la CDU se ha quitado un problema político de encima, colocando la piedra.

En ello ha tomado parte también el Ayuntamiento de Gernika-Lumo, dirigido por José Maria Gorroño (EA-NV). Lo representó la concejal María Lourdes San Severino Erdaide, en todo momento atendida por la política de los Verdes, Birgit Mares. «Todo reconocimiento recibido desde fuera nos parece bien porque desde dentro no lo recibimos», dijo a GARA. No intervino y se limitó a descubrir la piedra en compañía de Bette y Eberhardt.

Los críticos

A buena distancia de la base, y con presencia policial, pacifistas, representantes del partido socialista Die Linke e integrantes del Círculo de Trabajo de Historia Regional Neustadt, presidido por Hubert Brieden, protestaron contra el acto político-militar, pidiendo que se cambie el nombre de la calle Boelcke, un piloto de caza muerto en la Primera Guerra Mundial, por el de Gernika.

A los gernikarras en contactos con Wunstorf les corresponderá transmitir el significado que tiene para ellos la Gernika de 1937 y la de hoy y por qué no es una «ciudad española».