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El huracán María deja graves daños y sin electricidad a todo Puerto Rico

El huracán María continuó su avance por el Caribe, donde ya ha dejado al menos ocho muertos y graves daños materiales, entre los que figura el corte del suministro eléctrico en todo Puerto Rico, y mantiene su peligro aunque su fuerza bajó a categoría 3.

El ojo del huracán María avanzaba ayer sobre Puerto Rico con vientos sostenidos de 185 kilómetros por hora y se acercaba a República Dominicana. A su paso por el Caribe, ha dejado hasta ahora al menos siete personas muertas en la isla de Dominica, mientras que otras dos han perdido la vida en Guadalupe, según un balance provisional de las autoridades locales, que aún intentan evaluar los daños de un huracán que se suma a la cadena de fenómenos naturales que ha sufrido la zona en las últimas semanas.

María también se cebó ayer con Puerto Rico, que sufre el azote de la peor tormenta registrada en la zona desde 1928. Toda la isla, donde viven casi 3,5 millones de personas, se quedó sin suministro eléctrico, a la vez que se registraron inundaciones en varias ciudades como la capital, San Juan.

El alcalde de San Juan, Yulin Cruz, aseguró desde un refugio que «la devastación es prácticamente absoluta» y añadió que numerosas partes de la ciudad están completamente inundadas. «Nuestra vida tal y como la hemos conocido ha cambiado», señaló. El gobernador de este estado asociado de EEUU, Ricardo Rosello, ha solicitado al Gobierno federal que declare la isla «zona de desastre» y aseguró que «es la tempestad más devastadora del siglo o de la historia moderna. Quién sabe cuáles serán los daños». Rosello teme que sean aún más importante que el que causó el huracán Irma, apenas hace diez días.

Mantiene el peligro

Los residentes en la capital se refugiaban bajo escaleras, detrás de gruesas paredes, mientras trombas de agua y fuertes vientos golpeaban en el exterior, arrancando, llevándose árboles que caían sobre sus vehículos.

El gobernador añadió que los servicios de rescate todavía no podían salir a cumplir sus funciones hasta que los vientos bajaran su intensidad, pero se habían recibido peticiones para rescatar a personas en distintos lugares de la isla.

Cientos de viviendas han sido destruidas por los fuertes vientos que acompañaron al ciclón, de más de 220 kilómetros por hora, y las constantes lluvias ocasionaron que varios ríos se desborden en la isla caribeña.

El 80% de las residencias en el sector Juana Matos en Cataño, cerca de San Juan, quedaron totalmente arrasadas y las imágenes en las redes sociales mostraban automóviles volcados y árboles arrancados.

Igualmente, varios hospitales en San Juan y la ciudad colindante de Caguas sufrieron serios daños en sus estructuras, por lo que los pacientes tuvieron que ser evacuados a lugares más seguros.

A pesar de que el ojo del huracán dejó atrás la isla, Morales recordó que el peligro se mantenía por los efectos que pueda dejar la «cola del huracán» durante las próximas horas.

Con una intensidad reducida a categoría 3, mantenía su peligro rumbo a República Dominicana, que cerró la mayoría de sus puertos y declaró la alerta roja en al menos once provincias. Un portavoz de la Oficina Nacional de Meteorología advirtió de que «comienza la parte peligrosa». Se preveía que después se desplazara cerca de las Islas Turcos y Caicos y el sureste de Bahamas, sin grandes cambios en su fuerza en las próximas horas, y siendo todavía un huracán peligroso.

Presidente haitiano: «Emitimos pocos gases de efecto invernadero pero pagamos el pato»

Mientras Haití se preparaba para la llegada del huracán María, su presidente, Jovenel Moïse, deploraba desde Nueva York (Asamblea de la ONU) que «mientras los países del Caribe no somos grandes emisores de gas de efecto invernadero, somos nosotros lo que pagamos el pato».

Moïse, que abordará la cuestión del cambio climático en su discurso de hoy, espera implicar a sus vecinos desde su presidencia del Caricom.

En octubre de 2016, la mitad sur de Haití fue devastada por el huracán Matthew (500 muertos y 2.000 millones de pérdidas).

Hace 10 días, Irma mató a dos personas e inundó 5.000 casas. «Nuestro suelo está saturado y no soporta más agua», alertó Moïse del riesgo de inundaciones. GARA