Iñaki IRIONDO

El lehendakari Iñigo Urkullu comienza a decantarse

En su carta al presidente de la Comisión Europea, el lehendakari responde a una petición catalana de buscar una salida política y critica la sordera y el mutismo del jefe del Estado y del presidente español.

No habían pasado muchos minutos desde el discurso del rey, cuando @iurkullu se pronunció en twitter con un círculo rojo y una afirmación contundente: «Perplejidad total ante el discurso televisado de D. Felipe VI: máxima decepción y preocupación». Ni el tiempo de reacción ni la contundencia del mensaje eran las habituales en la comunicación del lehendakari. Algo le había dolido especialmente.

Ayer por la mañana trascendió que horas antes del discurso, el mismo martes, el lehendakari Urkullu había remitido una carta el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, con la opinión de que «la Unión debe impulsar el desbloqueo dada la incapacidad que impera». Y esta vez Urkullu no se mostraba equidistante. Por una parte, reconoce en el escrito que aunque «me he manifestado muy claramente en relación con el Referéndum, ello no ha sido obstáculo para que representantes políticos de Catalunya que buscan una salida política a la situación,soliciten que trabajemos para lograr puentes». Por contra, se queja de que «mis llamamientos tanto al Presidente del Gobierno de España como, en su momento, al Jefe del Estado están teniendo como respuesta el silencio o no la respuesta que estimo para la convivencia de realidades nacionales diversas y la evitación de la fractura social».

El lehendakari cierra la carta apelando a la «intervención» del presidente de la Comisión Europea en el conflicto, «quedando humildemente a su disposición».

Conocida la existencia de ese escrito, Urkullu compareció también ante los medios para reiterar sus críticas al discurso de Felipe VI, añadiendo que, pese a la posición del rey, sigue pensando que aún hay tiempo para el diálogo.

Estos posicionamientos del lehendakari muestran un tímido decantamiento, forzado por la evidencia de que el Estado ha optado por la mano dura y la renuncia absoluta a la búsqueda de una solución dialogada. Ni con las imágenes de las cargas de las FSE del 1-0 se había mostrado Urkullu tan cercano al Govern y la mayoría de la ciudadanía catalana.

Todavía, en todo caso, está lejos del posicionamiento rotundo que ayer le solicitaba EH Bildu, a través de Maddalen Iriarte, para que «España, Europa y el mundo sepan que en este conflicto el Gobierno Vasco está del lado de Catalunya y que no va a dar por buena ninguna salida que no suponga reconocer y aceptar la voluntad del pueblo catalán». Una firmeza que agradecerían una mayoría de los votantes jeltzales, la totalidad de los abertzales del país y una buena parte de los demócratas, además de tantas catalanas y catalanes que en estas últimas semanas han sentido algunas declaraciones del lehendakari como verdaderas puñaladas.

A quien esto no le gusta nada es al PP, cuyo portavoz en el Parlamento de Gasteiz, Borja Sémper, calificó de «extraordinariamente grave y preocupante» la respuesta de Iñigo Urkullu al mensaje de Felipe VI, antesala de incontables plagas de contagios catalanistas que nos acechan. El PP sabe que no es verdad que el lehendakari esté en las posiciones que denuncian pero, a poco más que empujen, quizá acabe en ellas.

 

EH Bildu vio una «declaración de guerra» del rey

La secretaria general del PSE, Idoia Mendia, valoró ayer que «el rey hizo una parte de su papel institucional, pero eché en falta un llamamiento claro al diálogo, porque nosotros reivindicamos que la ley es la base de la democracia, pero también el diálogo político. Eso es lo que ha faltado los últimos años y estamos donde estamos».

 

Solidaridad de GED con la ANC y Omnium Cultural

Gure Esku Dago mostró ayer su total apoyo y solidaridad a la Assemblea Nacional Catalana y Omnium Cultural, cuyos máximos responsables han sido llamados a declarar ante la Audiencia Nacional con una imputación de sedición. «Jordi y Jordi, os enviamos un abrazo enorme. Nunca os faltará nuestro apoyo», afirma GED.

 

Mendia lamenta que el rey no hablara de diálogo

EH Bildu vio «una declaración de guerra en toda regla contra Catalunya» en el discurso de Felipe VI, nada novedoso porque «todos los poderes del Estado siguen anclados en la España una, grande y libre», aseguró Maddalen Iriarte. Por eso, «lo importante es lo que decidamos hacer aquí y en Catalunya», concluyó.

 

UPN vitorea el discurso de Felipe de Borbón

El presidente de UPN, Javier Esparza, aseguró ayer en declaraciones a la agencia Efe que el discurso del Felipe de Borbón sobre la situación en Catalunya fue «necesario y oportuno» ante «la gravedad del momento», además de «contundente en la defensa del orden constitucional y las libertades de todos los españoles».