Joseba VIVANCO
Fútbol internacional

Rumbo a Rusia

Islandia y Panamá hacen historia al meterse en un Mundial por primera vez, Egipto regresa 27 años después y Chile se queda fuera.

Reza un proverbio islandés, «llegarás a tu destino aunque viajes lentamente». El 18 de setiembre de 1968, el todopoderoso Benfica del mozambiqueño Eusebio visitaba en la Copa de Europa un pequeño país apenas independizado dos décadas atrás. Según los registros, 18.243 personas desbordaron el estadio Nacional de Laugardalsvöllur, en Reykjavík, entonces con capacidad para 7.000 espectadores. Fue la mayor convocatoria para un partido de fútbol en Islandia durante el el siglo XX. Y teniendo en cuenta que para finales de los años 60 su población no llegaba a 200.000 habitantes, podemos decir que la ‘Pantera Negra’ reunió al 10% de la isla en torno a una cancha de fútbol. El Valur arrancó un histórico empate sin goles, que para nada ensombreció el 8-1 que recibieron en la vuelta.

Heimir Hallgrimsson es hoy el seleccionador del país más pequeño en clasificarse para un Mundial de fútbol, con sus poco más de 300.000 habitantes y apenas 70 futbolistas profesionales. El trueno que sorprendió al mundo. «Lo más complicado ha sido seguir adelante después de lo de Francia», reconocía en su día el técnico tras haberse ganado los corazones de cada aficionado en la última Eurocopa que ganó la Portugal de Ronaldo. «La primera cerveza después de una fiesta no es la mejor. Y además, compartíamos un grupo muy reñido con Croacia, Turquía, Ucrania y Finlandia, que son mucho mejores de lo que su posición en la tabla da a entender. Este éxito no es un final en sí mismo, sino un largo viaje hacia el destino definitivo», reiteraba tras esta histórica clasificación por delante de rivales, a priori, superiores. Islandia, donde se juega al fútbol al aire libre cinco meses al año y si meterse por primera vez en una Copa de Mundo merece celebrarlo hasta el amanecer, se pueden tirar brindando hasta... marzo.

Cuando Hallgrimsson tomó las riendas de los Strákarnir okkar (Nuestros muchachos) recuerda que no había mucha comunión con el seleccionado vikingo. Por eso tomó una decisión nada habitual. «Desde muy pronto, empecé a ir a la peña de aficionados –el club Tolfan, tan visible y audible durante la Euro de 2016–. Les dije que, antes de cada partido en casa, me pasaría por el bar que tienen en la peña y les informaría de lo que íbamos a hacer. Les comuniqué que ellos serían los primeros en conocer la alineación, en enterarse de cómo pensábamos jugar, y que les enseñaría el vídeo que había montado para motivar a mis hombres exactamente al mismo tiempo que lo veían los jugadores», explicaba. Y todo delante de una cerveza.

El país más pequeño en clasificarse para un Mundial, un hito hasta ahora en poder de la caribeña Trinidad y Tobago, que lo hizo en el 2006, donde arrancó un empate a los suecos. Precisamente, los trinitenses han dejado fuera de la cita mundialista a la selección de Estados Unidos, a la que derrotó ayer 2-1, y el combinado de las Barras y Estrellas, a la que con el empate le valía, se pierde esta cita por primera vez desde 1986. Como repite ausencia en un gran evento futbolístico Países Bajos, eliminado en la fase acceso de la última Eurocopa y apeado del Mundial de Rusia. Necesitaba ganar por siete goles a Suecia, pero a los tulipanes no les dio más que para un par de dianas anotadas por un enrabietado Arjen Robben, quien anunció su renuncia a la selección orange.

Quien más ha festejado su caída a los infiernos ha sido un ciudadano mexicano de nombre José Luis Mercado, quien desde el 29 de junio de 2014 en el Mundial de Brasil, después de que el propio Robben simulara un penalti que eliminó a la ‘Tri’, a diario, en su cuenta de Twitter, ha recordado el mismo mensaje: #NoEraPenal. Tal ha sido su insistencia en estos tres años y 102 días que incluso la Federación neerlandesa llegó a responderle cuando México ganó 2-1 a Panamá en la Copa de Oro con dos penas máximas dudosas, que... #NoEraPenal.

Palestina adelanta a Israel

Un Mundial sin EEUU, Países Bajos, Camerún o Chile pero con Panamá, Islandia, Egipto o Perú si gana a Nueva Zelanda en la repesca. Así es. Si Islandia es desde ya nuestro ojo bonito, qué decir del debut de los panameños que han dejado sin billete a los estadounidenses en esa pugna que ambos mantenían por la primera plaza. Locura en el pequeño país centroamericano, al que seguro el legandario y malogrado delantero Rommel Fernández guió desde lo más alto en el estadio que lleva su nombre, con ese gol en el minuto 88 de un jugador ‘canalero’ que milita en la MLS yanki y que les dio el pase. El presidente panameño declaró en el mismo campo día de fiesta nacional ayer.

Como invasión de calles se respiró en todo Perú –donde se declaró media jornada laboral para poder alentar a su equipo–, que se mete en una repesca con la posibilidad de volver a un Mundial 35 años después, tras aquel de España’ 82, con el recordado Teófilo Cubillas. También lo festejan en Costa Rica, la cual con un gol ‘tico’ en el minuto 94 ante Honduras estará por derecho propio en Rusia.

La que igualmente regresa y por la puerta grande es Egipto. 86.000 espectadores festejaron por todo lo alto el agónico tanto, de penalti y en el 94, del ariete del Liverpool Mohamed Salah, y los ‘faraones’ regresan a la «mayor vidriera» del fútbol 27 años después. Lo hacen de la mano en el banquillo de un viejo conocido como el argentino Héctor Cúper. El mítico camerunés Roger Milla jugó el Mundial de USA´94 con 42 años; el portero egipcio Essam El Hadary estará en el de Rusia con 45. Allí puede que se vea las caras con Tim Cahill, el futbolista australiano más laureado, quien a sus casi 38 años, con un doblete, metió a Australia en la repesca contra Honduras; será el noveno play-off para los Socceroos por una plaza en un Mundial, de los que solo ha superado dos.

El que no podía fallar era el mejor futbolista del mundo y quién sabe si de la historia. Leo Messi, contra las cuerdas, se sacó de la chistera un triplete para meter él solito a Argentina en el Mundial, en el decisivo duelo a vida o muerte en Ecuador, donde los locales se habían adelantado a los 37 segundos de partido. Como acertadamente diría el escritor mexicano Juan Villoro, «Messi ha puesto a prueba la retórica superlativa. Curiosamente, el sujeto más adjetivado del planeta apenas habla». Solo golea. Los últimos 5 tantos de Argentina en la eliminatoria han sido 4 del ‘10’ y 1 autogol; no marca alguien distinto de Lionel desde hace un año.

Con Chile ausente esta vez, también Radamel Falcao ha sacado billete con Colombia tras perderse la cita de Brasil, y Uruguay ha hecho lo propio con dos dianas de Luis Suárez. No faltará tampoco Cristiano Ronaldo, que se la jugaba con Portugal en la última jornada. Ni la Francia de Didier Deschamps, cuyo juego sigue sin convencer a nadie. No viajará la Gales de Gareth Bale, a pesar de que la megafonía del Cardiff City Stadium invitara a cantar «el himno como si nunca lo hubiérais cantado», antes de que los hinchas entonaran el himno galés a capela.

Como se quedó a las puertas de una gesta inédita Siria, eliminada por Australia en la prórroga y tras mandar un balón a la madera en el 119, y que ha tenido que jugar sus veinte partidos de las eliminatorias fuera de un país en guerra. Quién sabe si un día veamos por ahí a Palestina, que tras golear 10-0 a Buthan en el clasificatorio para la Copa Asia, adelanta por primera vez a Israel en el ránking FIFA. Un largo viaje hacia el destino definitivo, que decía Hallgrimsson.