Joseba VIVANCO
Athletic

El club iguala lo que pide Kepa

Urrutia espera la respuesta del portero a su oferta de hace un mes y deja entrever que si decide no renovar no jugará en el equipo.

Hasta aquí puedo leer, vino a decir ayer un de nuevo políticamente correcto Josu Urrutia, quien no obstante arrojó algo de luz entre tanto nubarrón que se cierne sobre el negro futuro de Kepa Arrizabalaga en el Athletic. Y es que si algo hay claro a cuatro días de la apertura del mercado invernal de fichajes es que el de Ondarroa sigue sin responder a la última –y se entiende que definitiva– oferta hecha hace un mes por el club, que a Ibaigane ni el Real Madrid ni nadie se ha dirigido para interesarse por el portero –eso sí, «no somos ni los más listos ni los más tontos», aclaró– y que dependerá de su decisión que de enero a mayo siga jugando en el equipo, con lo que si no renueva y no sale de inmediato se quedará sin Mundial de Rusia. A partir de aquí, el presidente rojiblanco dijo querer ser «optimista» hasta que el aludido responda, sea esta semana o en las próximas, recordando que aun sin haber una fecha tope, a Fernando Amorebieta se le retiró la oferta después de constatar que no tenía intención de seguir.

Compañeros del propio Kepa asumen, alejados de los focos mediáticos, que el guardameta no tiene intención de prolongar su vinculación con el Athletic. Pero ayer, Urrutia se mantuvo dentro de su habitual moderación y discurso de no adelantarse a los acontecimientos. No lo hizo, no dijo si Kepa seguirá o se irá, pero en su lugar dejó unos cuantos de esos «guiños» que en su día reclamó del portero y que, por ejemplo, reconoció hizo Iñaki Williams hace unos días cuando habló no solo de que su renovación está próxima sino que su objetivo ahora mismo es seguir de rojiblanco. «Él ha tenido un mensaje de tranquilidad, un gesto no a nosotros, sino a la gente, al Athletic».

Es lo que no ha hecho en todo este tiempo un Kepa con el que el Athletic lleva negociando desde hace quince meses, reveló el presidente, de manera «ininterrumpida», hasta llegar hace un mes a «un punto de encuentro» en el que se situaba al futbolista al «máximo nivel de la plantilla», propuesta que «entendíamos satisfactoria» en lo económica y la cláusula, pero ante la que están en «el impasse de si sí o no». El propio Urrutia aclaró que durante todo este tiempo dichas conversaciones han evolucionado al mismo tiempo que lo ha hecho el protagonismo deportivo del propio portero, hasta el punto de «detectar lo que demandaba la otra parte».

El máximo mandatario rojiblanco subrayó que de cada reunión con los representantes del jugador hay levantada acta y dejó entrever que, si se diera el caso, no tendría inconveniente en desgranar los pormenores de unas negociaciones en las que no quiso ahondar. A partir de aquí, el club está a la espera de la respuesta del guardameta. Y esta, recordó el de Lekeitio, puede darse en el sentido que sucedió con Fernando Llorente, que tras una propuesta «irrechazable», sin mayores explicaciones el riojano la descartó; o el caso de Fernando Amorebieta, al que se le retiró la oferta a finales de enero al constatarse su falta de interés por aceptarla. Es decir, no se cierra ninguna puerta a Kepa más allá del 31 de diciembre, pero tampoco estará abierta sine die. ¿Y qué sucederá si no renueva? «Veremos en ese caso (si juega). Lo veremos en base a su respuesta...», mandó un aviso a navegantes, saltándose su habitual perfil comedido.

En síntesis, que la pelota desde hace un mes está en el tejado de un Kepa que sigue sin decir ni palabra mientras cae la última hoja del calendario. El Athletic aguarda a que sea el ondarrutarra el que verbalice su intención de no seguir y el Madrid, como parece, desenmascare sus pretensiones para con el guardameta, pague la cláusula de 20 millones y se lo lleve en enero para no dejarle a los pies de los caballos. «No somos un club vendedor», recordó Josu Urrutia, por lo que Kepa tendría que «depositar la cláusula».

Salvo sorpresa, parece que las cartas están echadas, aunque el presidente insistió en que «nos corresponde agotar todas las posibilidades, porque queremos que siga». Ahora es Kepa el que debe decir si quiere o no.

Williams, el hijo de Julen Guerrero y el juego del equipo

No solo de Kepa vive la actualidad rojiblanca, aunque casi. Por ejemplo, la renovación de Williams parece estar próxima atendiendo a las propias declaraciones del jugador días atrás, a lo que Josu Urrutia solo añadió que «no quiero desdecirle, pero cuando esté lo diremos. Él dijo que está encantado y que esta es su casa, y eso es más importante que cerrarlo en dos semanas». Tampoco deshojó la margarita sobre si se presentará a la reelección, aunque reiteró para quien quisiera entenderle que «no me voy a aferrar a ninguna silla». Y sí aclaró la polémica surgida al hilo del fichaje del hijo de Julen Guerrero por la cantera del Madrid. El presidente rojiblanco reveló que el director deportivo, José Mari Amorrortu, habló con el exjugador antes del verano, pero el de Portugalete le comunicó que no tenía intención de «mover a su familia» a Bilbo a corto plazo.

Respecto al Athletic, Urrutia opinó que «salvo un par de equipos, el resto estamos intentando encontrar la regularidad y nuestro momento óptimo. Hay que creer en el equipo, ahora es cuando necesitan confianza». Sobre si le gusta cómo juegan los de Kuko Ziganda, matizó que «este equipo sí que puede jugar bien con balón, y si no, saca los partidos de otra manera. De una forma o de otra, pero es competitivo. Se trata de ser mejor que el de enfrente. Y este equipo puede hacer bien las cosas de las dos maneras». A la espera de mejorar con el balón, «de la noche a la mañana no empiezas a jugar bien, los resultados te darán esa confianza».J.V.