Iñaki IRIONDO
EL PARLAMENTO RECHAZA LOS «HOMENAJES» A EXPRESOS

La victoria de la media docena

Seis cargos del PP contramanifestándose en Andoain y el acompañamiento mediático que tuvieron acabaron por torcer el brazo al pacto de Urkullu y Mendia, y no solo lograron que PNV y PSE rechazaran unos «homenajes» que la Audiencia Nacional no ve como tales, sino que Borja Sémper se permitió ridiculizar la ponencia de memoria.

El 22 de marzo de 2013, en la primera legislatura de Iñigo Urkullu, en un pleno monográfico del Parlamento de Gasteiz convocado a instancias de EH Bildu sobre el conflicto político, PNV y PSE dejaron de lado sus propias propuestas y al alimón con el PP presentaron como resolución única el texto del llamado «suelo ético», sabiendo que ello excluía a la segunda fuerza de la Cámara. PNV y PSE hicieron la cesión para lubricar la entrada del partido de Rajoy en la Ponencia de Paz, pero el PP tardó pocos días en dejarlos en evidencia al negarse finalmente a participar en este foro.

Ayer, PNV y PSE encontraron en la enmienda de Elkarrekin Podemos la percha para introducir en un texto conjunto el rechazo explícito a los «homenajes» a expresos, mención que deliberadamente habían evitado en su documento inicial. Y ganada esa batalla, el PP volvió a abofetearles, ridiculizando el trabajo de la Ponencia de Memoria, Convivencia y Derechos Humanos. Borja Sémper les restregó por la cara que «en cinco años» de Ponencia de Memoria «ni siquiera han sido capaces de acordar en su seno lo que hoy vamos a acordar votando. Votando. En público». Y a quienes ayer seguían pidiéndoles que se sumaran a la Ponencia, les preguntó: «¿Cuál es la virtualidad? ¿Cuál es la utilidad?».

El pleno de ayer comenzó con los representantes de todos los grupos puestos en pie en un minuto de silencio por Enrique Casas y Fernando Buesa, y al mediodía se interrumpió para que todas y todos acudieran a la ofrenda floral por el exvicelehendakari y su escolta, el ertzaina Jorge Díez, a los que ETA mató hace 18 años con un coche bomba. Pero ese ejercicio compartido de memoria se rompió después con la iniciativa del PP.

No hay humillación

En los últimos años se han producido decenas de recibimientos a expresos vascos, sin que ello haya entrañado «descrédito, menosprecio o humillación de las víctimas de los delitos terroristas», según han dictaminado los propios jueces de la Audiencia Nacional que, una tras otra, han ido archivado las denuncias presentadas por Covite u otras asociaciones similares.

A pesar de conocer esta circunstancia –o quizá por ello– el PP presentó en diciembre una proposición no de ley para que el Parlamento rechazara «los homenajes» a expresos de ETA que, según recogían en su justificación, tienen «las características propias del ensalzamiento de miembros de la organización terrorista», lo que tampoco está corroborado por ningún juez.

Acuerdo EH Bildu / PNV-PSE

Ante la propuesta del PP, los partidos que sustentan al Gobierno de Urkullu presentaron una enmienda a la totalidad, redactada en sus más altas instancias, que evitaba a posta entrar en el rechazo a los supuestos homenajes y transitaba por la necesidad de buscar acuerdos en la Ponencia de Memoria.

El parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga desveló ayer que habían alcanzado un acuerdo con PNV y PSE para permitir la aprobación de esa enmienda, pese a que «no era nuestra terminología –explicó en su intervención–, pero nos parecía apropiada para alcanzar un acuerdo amplio, en consonancia con el trabajo que estamos haciendo en la Ponencia». Ni PNV ni PSE negaron la existencia de ese pacto en sus turnos de palabra.

Contramanifestación

Pero el domingo seis cargos del PP realizaron una contramanifestación en Andoain, junto a donde estaban siendo recibidos dos expresos llegados desde Badajoz y Lugo. Una acción muy mediática que logró fijar la atención y las críticas en que la enmienda de PNV-PSE no rechazaba expresamente esos actos.

Y los grupos del Gobierno recularon y, aprovechando que, como hacía el PP, la enmienda de Elkarrekin Podemos incluía el «rechazo a los homenajes», buscaron un acuerdo entre ellos. Un trabajo sencillo: anteponer a los puntos de PNV-PSE las palabras clave «rechazo» y «homenaje» del texto de EP.

Pero hasta el último minuto el PP se regodeó en su victoria. Pidió que la enmienda de PNV-PSE y EP se votara por puntos. Apoyó el «rechazo a los homenajes» y se abstuvo en los puntos de los partidos del Gobierno. ¿Ponencia de Memoria, para qué?, dejó claro Borja Sémper.