En la lista de ministros de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) para el próximo gobierno de coalición, dada a conocer ayer por Angel Merkel, destaca la inclusión de uno de los políticos más críticos con la canciller, Jens Spahn.

«Con este equipo podemos encarar las tareas del futuro (...). Es una buena mezcla de experiencia y caras nuevas», afirmó Merkel al término de una reunión de la Ejecutiva de la CDU para ultimar detalles del congreso de hoy en el que la agrupación votará sobre la reedición de la actual gran coalición de gobierno con el Partido Socialdemócrata (SPD).

Spahn, representante del ala más conservadora de la CDU, de 37 años, será el nuevo titular del Ministerio de Sanidad. El año pasado pidió una ley para regular la actividad de las mezquitas y los imanes musulmanes y se dejó ver en Austria junto con el nuevo canciller del país vecino, Sebastian Kurz, defensor de una política migratoria restrictiva que contrasta con la de Merkel.

Con la designación de Spahn y de varias figuras hasta ahora poco conocidas, Merkel cede ante el sector más conservador de los democristianos que reclamaba una nueva orientación y el rejuvenecimiento de la formación, que en las elecciones del 24 de setiembre obtuvo su peor resultado desde 1949.

Uno de los políticos del círculo interno de la canciller, Helge Braun, de 45 años y hasta ahora ministro de la Cancillería, tomará las riendas de la jefatura de gabinete. Braun ayudó a la mandataria a gestionar la llegada de más de 1,4 millones de refugiados e inmigrantes a Alemania en 2015 y 2016. Será sustituido por Hendrik Hoppenstedt, de 45 años. Braun sustituye en la jefatura de Gabinete a Peter Altmaier, quien será ministro de Economía. Altmaier ocupa actualmente y de forma interina la cartera de Finanzas en lugar de Wolfgang Schaeuble, quien ha asumido la presidencia del Parlamento.

Otra política muy cercana a Merkel, la actual viceministra de Sanidad y presidenta de las mujeres democristianas, Annette Widmann-Mauz, asumirá la cartera de Migración, Refugiados e Integración.

La ministra de Defensa, Ursula von der Leyen, se mantendrá en la cartera pese a las críticas de los militares por la gestión de varios escándalos recientes.

Dos figuras de peso en el gabinete pasado, el titular del Interior, Thomas de Maziere, y el de Sanidad, Hermann Groehe, no integrarán el nuevo gobierno. «No han sido decisiones fáciles», afirmó Merkel al respecto.