Pablo GONZÁLEZ
Moscú

PROSTITUTAS, OLIGARCAS Y ALTOS CARGOS DEL KREMLIN, UNA TRAMA QUE MIRA A TRUMP

El último escándalo de las elites rusas deja al descubierto las relaciones entre Gobierno y oligarcas, y sus vicios. El caso amenaza con internacionalizarse y dar nueva vida a la supuesta injerencia rusa en las elecciones presidenciales estadounidenses.

Las redes sociales las carga el diablo, al menos esa sensación se desprende del último escándalo que ha sacudido a las élites rusas y que amenaza ahora con extenderse de pleno hacia EEUU. Los protagonistas son Nastya Rybka, una chica de compañía; Oleg Deripaska, un oligarca multimillonario, y Serguei Prijodko, vice primer ministro del Gobierno ruso y uno de los principales encargados de la política exterior de ese Ejecutivo.

El activista anticorrupción y líder político opositor Aleksei Navalniy hizo pública la relación entre las tres figuras citadas, y a partir de allí la situación se ha precipitado y amenaza con consecuencias mucho más serias. Monitorizando las redes sociales, el equipo de Navalniy encontró, por casualidad, el perfil ‘nastya_rybka.ru’ en Instagram. El perfil pertenece a Anastasiya Vashukevich, una ciudadana de Bielorrusia de 28 años de edad que reside en Rusia y utiliza el seudónimo de Rybka (pececito, en ruso) en su trabajo como chica de compañía de alto nivel. En unas publicaciones de agosto de 2016 se ve a Rybka de viaje en yate por Noruega, país al que ella por error o por confundir llama Groenlandia. En uno de esos vídeos se observa que la embarcación es del oligarca ruso Oleg Deripaska, y junto a él aparece Serguei Prijodko.

Investigando un poco más, el equipo de Navalniy encontró que en 2017 Rybka publicó un libro titulado “Diario para seducir a un multimillonario” y en cuya portada aparece una fotografía de la autora en el yate de Deripaska. En este ahora ya bestseller Vashukevich relata de una forma muy explícita y gráfica sus relaciones íntimas con Deripaska, descripciones físicas incluidas.

Escándalo servido, un oligarca, una chica de compañía y un alto funcionario en el mismo yate. Además, en un audio difundido por Rybka, se escucha a Deripaska hablando de política internacional, en concreto de la exfuncionaria del Departamento de Estado estadounidense Victoria Nuland, quien según sus palabras es amiga personal de Prijodko. No queda claro quién pagaba el viaje de Prijodko a Noruega y con qué objetivo se encontraba allí.

Cabe señalar que Deripaska fue señalado como uno de los contactos rusos de Paul Manafort, el consejero de campaña de Trump que dimitió debido al escándalo de la supuesta injerencia rusa en las elecciones norteamericanas de 2016.

El asunto tuvo enseguida eco en los medios rusos y la reacción del oligarca no se hizo esperar. Amenazó con recurrir a los tribunales para bloquear las páginas web que contenían detalles del escándalo, el servicio de vídeo online YouTube incluido. Nada de eso se hizo realidad. Deripaska se ha retirado de la dirección de Rusal y En+, dos de sus principales activos y por los que llevaba años en un tira y afloja con el Kremlin. Además, mediante una fuerte inversión en Chipre Deripaska ha conseguido el pasaporte de ese país y de esta manera podría intentar evitar posibles sanciones de la Unión Europea o tener una posibilidad de retiro desde Rusia. Divorciado desde hace años, el escándalo no afectará a su vida personal. Las consecuencias para Prijodko son, por el momento, inexistentes, ya que formalmente no ha cometido ninguna falta.

Detenida en Tailandia

Cuando parecía que las aguas volvían a su cauce, Rybka fue detenida en Tailandia, donde se encontraba dando clases en un curso sobre sexualidad organizado por ella y por su mentor y actual pareja, Alex Lesley un autodenominado gurú del sexo que dijo que se enfrentaría a Vladimir Putin en las presidenciales. El motivo del arresto es que no tenían permiso de trabajo para ejercer esa labor en Tailandia. Entonces, Rybka le dio un nuevo impulso a esta historia, involucrando al presidente de EEUU, Donald Trump. Desde la cárcel tailandesa donde se encuentra a la espera de ser deportada, publicó un vídeo en el que ofrece a periodistas norteamericanos «información sobre los contactos de diputados rusos con Trump, Manafort y todo eso de las elecciones, con audios y vídeos». Más adelante se supo que está dispuesta a testificar a cambio de asilo en EEUU. Teme permanecer presa durante un largo período en Tailandia o ser deportada a Rusia.

Los hechos a los que se refiere Rybka reavivan la teoría de que durante su visita a Moscú en 2013 con motivo del concurso de belleza Miss Universo Donald Trump disfrutó de la compañía de prostitutas. Según algunas fuentes, y algo que de momento no ha sido confirmado, Trump fue grabado en el establecimiento por los servicios de seguridad rusos realizando prácticas sexuales poco comunes. Esas imágenes serían el comodín que puede utilizar Moscú para presionar al inquilino de la Casa Blanca.

Es sumamente extraño que Vashukevich hubiera podido grabar imágenes y audio de uno de los hombres más ricos de Rusia y de un alto cargo del Gobierno, y que todo esto se haya llegado a difundir. Lo que parecía un encargo mediático sumamente bien ejecutado contra el oligarca amenaza ahora con cruzar la frontera e involucrar de pleno a EEUU. Por el momento, Rybka no ha ofrecido más información, ni EEUU o algún medio de comunicación estadounidense parecen haberse puesto en contacto con ella, pero dada la importancia del asunto de la supuesta injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016 sería extraño que el «caso Rybka» no tuviera continuación.