Ilusión o necesidad, motivación o presión... El encuentro que enfrentará esta noche a Eibar y Levante en el Ciutat de Valencia medirá algo más que la capacidad futbolística de ambos.

No hay duda de que los locales llegan más presionados a la cita. Aunque su victoria de la semana pasada en Getafe, con la que puso fin a una racha tremenda que le había llevado a enlazar quince jornadas sin celebrar la victoria y que coincidió con el debut de Paco López en el banquillo, ha aliviado considerablemente al Levante, su ventaja sobre los puestos de descenso es todavía de apenas cuatro puntos. Además, con Alavés o Leganés muy distanciados ya, el equipo granota parece el único al que podrían echar mano Las Palmas –contra el que juega en tres semanas– y Deportivo, que precisamente se enfrentan mañana. En definitiva, que el Levante está obligado a ganar. En un estadio en el que no lo ha conseguido desde la quinta jornada, cuando logró frente a la Real su segunda y última victoria como local del curso.

Su reto es convertir la presión en gasolina extra. El mismo objetivo que persigue el Eibar, aunque partiendo del punto opuesto. Con una meta menos tangible, aunque sólo le separen cinco puntos de la sexta plaza, y, más importante aún, sin la obligación de conseguirla, el equipo azulgrana necesita convencerse de que está en sus manos la posibilidad de convertir una ilusión histórica en una certeza, metiendo al Eibar por primera vez en Europa. Una carrera de la que, sin embargo, le dejarían apeado apenas un par de tropiezos. «No podemos pensar que la Liga ha acabado para nosotros», advierte José Luis Mendilibar, aunque da otro nombre al objetivo: igualar, al menos, los 54 puntos con los que acabó el equipo la temporada pasada.

Dos bazas en contra

El técnico exige a sus jugadores que hoy salten al césped «con la misma motivación y el mismo deseo de ganar el partido» que la semana pasada frente al Real Madrid. Esta vez contra un Levante, que cuenta con una doble baza a su favor. Está motivado pero ya no tan presionado como hace una semana, lo que le permitirá «salir a ganar» pero sin prisas, «guardándose atrás y sabiendo que los partidos son largos y vale igual marcar en el primer minuto o en el último». Tiene, además, nuevo técnico y «los cambios, sobre todo al principio, te dan nueva energía –advierte Mendilibar–. El que juega no puede dormirse en los laureles y el que no está jugando ve una posibilidad nueva de poder jugar. Me imagino que estas dos semanas los entrenamientos habrán sido muy buenos y encima con el resultado que han conseguido en el primer partido con el nuevo entrenador... Eso motiva, parece que te da más duerza para poder competir», advierte el técnico armero.

No lo desmiente Paco López, que reconoce que «se respira fundamentalmente ilusión y optimismo. Pero no sólo por el resultado del sábado sino porque el trabajo diario es sensacional. Ayer, sin ir más lejos, les felicité por cómo entrenan, la verdad es que es brutal».

En la misma línea, el entrenador valenciano admite que el Eibar «es un rival difícil, un rival muy incómodo y lo ha sido para todos los equipos de la Liga», pero también asegura que «haber visto cómo han trabajado los jugadores durante la semana me hace ser optimista y nos demuestra que podemos ganar a cualquiera y en cualquier sitio». Ilusión contra supervivencia.

Ramis y los delanteros, las incógnitas

José Luis Mendilibar podría repetir el once que se enfrentó al Real Madrid, aunque los planes del técnico siempre son una incógnita.

La principal duda se refiere al centro de la defensa. Iván Ramis, que no pudo acabar el choque del pasado sábado por un problema en la rodilla, ha podido viajar a Valencia, pero es probable que Paulo ocupe su lugar.

La otra, la de siempre, pasa por saber si Mendilibar recuperará el dibujo con dos delanteros o si mantendrá a Jordán en la mediapunta.A.U.L.