El Ibex logró ayer asaltar el nivel de los 9.700 puntos, que se le había resistido durante toda la semana. El próximo lunes saldrá desde los 9.761 puntos, tras sumar un 0,79%. En las últimas cinco sesiones acumula un avance del 0,77%. En lo que va de año todavía retrocede un 2,82%. La sesión estuvo afectada por el vencimiento de futuros y opciones sobre índices y acciones, momento conocido en la jerga bursátil como cuádruple hora bruja. En ese periodo de tiempo aumenta el volumen de negocio y, habitualmente, la volatilidad.

En el resto de plazas europeas también se apartaron de los números rojos con el giro dado a tres horas del final de las negociaciones. Fráncfort sumó un 0,36%; París, un 0,29%; y Londres, un 0,34%. Al otro lado del Atlántico, los índices principales se decantaban por los avances, después de las ganancias de la víspera.

Los datos publicados ayer en EEUU consolidan su recuperación económica. La producción industrial en febrero creció un 1,1%, la mayor subida en cuatro meses, mientras que la primera lectura del índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan en marzo alcanza su nivel más alto desde 2004 con 102 puntos. El dato de construcción de viviendas, aunque por debajo de lo previsto, se mantiene en zona de máximos.

Los grandes bancos se erigieron en protagonistas del Ibex para liderar las ganancias. Santander se anotó un 1,97% y BBVA, un 1,88%. Le siguieron Caixabank y Sabadell, con subidas superiores al 1%. Entre los grandes, Repsol sumaba un 1,86%; Telefónica, 1,81%; e Inditex, 1,65%. Los peores fueron Mediaset (-3,33%) e Indra (-2,51%).

En París, Pernod Ricard tuvo las mayores pérdidas (-2,77%), frente a TechnipFMC (+2,05%), el más alcista.