Una cadena humana que enlazó la estación de autobuses de Donostia con los juzgados denunció ayer la vulneración de derechos que sufren las 39 mujeres vascas actualmente en prisión. Además de la política de alejamiento que se les aplica por su condición de vascas, denunciaron el aislamiento al que están sometidas 12 de ellas.

Según informó la red ciudadana, todas ellas están alejadas a una media de 680 kilómetros de Euskal Herria.

Además de ello, censuraron las actitudes machistas que sufren dentro del sistema penitenciario actual. Citaron como ejemplo que la mayoría de talleres están dirigidos a labores relacionadas con la limpieza, las normas relacionadas con el vestuario o que las celdas estén diseñadas en base a las necesidades de los hombres.

Con motivo del 8 de Marzo, Sare denunció la pasada semana la situación de las presas vascas y recordó el reciente caso de las presas de Granada castigadas en aislamiento por protestar contra la obligación de realizar las tareas de limpieza. Los promotores de la protesta anunciaron que en los próximos meses seguirán visibilizando la situación de las mujeres presas y que organizarán nuevas movilizaciones.