I. IRIONDO
GASTEIZ

El PSOE defiende aplicar al franquismo la amnistía del 77

El PSOE sumó ayer sus votos a los del PP y Ciudadanos para impedir en el Congreso el debate sobre la reforma de la Ley de Amnistía de 1977, con la que el resto de grupos pretendía introducir un nuevo artículo en la norma que acabara con la impunidad de la que de hecho gozan los crímenes del franquismo. Según el diputado del PSOE Gregorio Cámara, eso sería desarticular el pacto de la transición basado en «la reconciliación» de los dos bandos.

No son cuestiones técnicas o de seguridad jurídica lo que lleva al PSOE a votar en contra del debate de la reforma de la Ley de Amnistía de 1977, que pretendía añadir un párrafo que acabara con la impunidad de los crímenes del franquismo. Su diputado Gregorio Cámara hizo ayer una encendida defensa de dicha ley como fórmula de «reconciliación de todos los españoles» y uno de los pilares del «pacto de la transición».

EH Bildu, PNV, Unidos Podemos, ERC, PdeCAT, Compromís y Nueva Canarias plantearon en el Congreso abrir el debate para introducir en la Ley de Amnistía del 77 un nuevo párrafo en el artículo 9 con el fin de dejar claro que el contenido de la norma «no impedirá que los juzgados y tribunales investiguen, enjuicien e impongan las penas correspondientes a las personas responsables de haber cometido delito de genocidio, lesa humanidad, delitos de guerra y otras graves violaciones de Derechos Humanos».

Los proponentes, entre ellos Marian Beitialarrangoitia y Joseba Andoni Agirretxea, sostuvieron que lo que la ciudadanía reclamó para vaciar las cárceles de luchadores antifranquistas se acabó convirtiendo, por imposición de los entonces gobernantes, en una verdadera «Ley de Punto Final», que organismos internacionales consideran ahora ilegal y animan a derogar, para que se pueden perseguir los crímenes del franquismo.

El PSOE y la «reconciliación»

Pero, sin embargo, el PSOE alzó la voz contra quienes hablan de «punto final», a los que acusó de «tergiversar la historia» para «denostar lo que llaman régimen del 78», en palabras del veterano diputado Gregorio Cámara. Apoyado en citas de dirigentes «socialistas y comunistas» ya fallecidos, defendió «la reconciliación nacional» y «la extinción de las responsabilidades adquiridas en uno y otro bando», y ensalzó la «altura moral el discurso de los republicanos españoles».

Según el PSOE, con la reforma que pretendían Unidos Podemos y los grupos nacionalistas, apoyados por los movimientos memorialistas, «quedaría desarticulado el pacto de la transición». Gregorio Cámara añadió que a la vista del tiempo transcurrido no tendría efectividad y además «legitimaría una justicia selectiva» y la retroactividad. A su entender, es más efectiva la reforma de la Ley de Memoria Histórica que propone el PSOE y que PP y Ciudadanos mantienen paralizada en la Mesa del Congreso.

Finalmente, con el voto contrario del PSOE, PP, Ciudadanos y otros grupos como UPN y Foro Asturias, la propuesta de abrir un debate sobre la reforma de la Ley de Amnistía quedó rechazada. Lo que, en palabras de Marian Beitialarrangoitia y de algunos más de los proponentes, «supone echar más tierra sobre las fosas» que recogen a las víctimas del franquismo y sobre la memoria de víctimas como las del 3 de marzo en Gasteiz.