La comisión de investigación sobre Caja Navarra inicia la recta final con el interrogatorio de Enrique Goñi. El exdirector de la entidad pidió acudir por voluntad propia y, finalmente, será el primero de todos los llamados a comparecer. Esta decisión no ha gustado a UPN y PP, que se han opuesto y tienen líneas de comunicación abiertas con el propio Goñi.

Unai Hualde, presidente de la comisión, ha justificado el adelanto de la cita de Goñi en su reciente comparecencia del exdirector en el Congreso en la comisión que investiga todo el proceso sucedido en el Estado con las cajas de ahorro.

Ya en el año 2013, Goñi tomó parte en una descafeinada comisión en el Parlamento, que ni siquiera tenía carácter de investigación. En esta ocasión las normas del juego cambian de cara a que el banquero reubicado en Caixabank tenga que responder a preguntas concretas en lugar de contar lo que a él le place.

El formato final de la comisión será el mismo que se llevó a cabo en la comisión de Ultzama: sin límite de tiempo y con baterías de preguntas de cada grupo político concreto. Goñi tendrá que responder uno a uno y habrá posibilidades de que se abra una segunda ronda. Sin embargo, a diferencia de lo sucedido en la comisión de la planta de biogás, los servicios jurídicos serán más estrictos a la hora de permitir que el compareciente se niegue a responder tras la escandalosa negativa del exalcalde Patxi Pérez, que declinó contestar a todas las cuestiones sin que hubiera una causa abierta contra él. Esta vez, si se niegan a contestar a algo concreto, habrán de explicar por qué.

Además de Goñi, por la comisión habrán de pasar quienes ocuparon los principales puestos de poder de la última etapa de UPN. Entre los comparecientes están José Antonio Sarria (presidente de la patronal), José Antonio Asiáin (expresidente de Gabirl Urralburu), y los expresidentes Yolanda Barcina y Miguel Sanz. Este último cerrará la fase de comparecencias.