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BRUSELAS

La UE no se fía de Trump, China prepara represalias

Pese a que la noticia fue recibida en un primer momento como un importante logro de la diplomacia comunitaria, poniendo de relevancia la unión mostrada en este asunto por los Estados miembros, ayer los portavoces de la UE se mostraron recelosos ante el nuevo plazo dado por Donald Trump para llegar a un acuerdo que permita a los productos europeos quedar exentos de forma permanente de las nuevas tasas arancelarias que quiere imponer EEUU.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, comentó ayer que Bruselas no considera «realista» el periodo hasta el 1 de mayo establecido por Washington para decidir si prolonga la exención temporal sobre los aranceles al aluminio y al acero. «Estados Unidos espera de nosotros que iniciemos unas negociaciones en los próximos días y que concluyan antes del 1 de mayo. No nos parece un periodo realista, teniendo en cuenta el gran número de temas que tenemos que discutir», declaró Juncker en la rueda de prensa posterior a la cumbre de líderes europeos en Bruselas.

Tras intensos contactos durante la última semana, la UE consiguió quedar excluida de forma temporal de los aranceles del 10% y el 25% a las importaciones de aluminio y acero, respectivamente, un logro que, según resaltó Juncker, muestra la importancia de que los estados miembros estén unidos en este tipo de conflictos. «El mensaje ha sido claro, la UE defenderá relaciones comerciales abiertas y justas, basadas en reglas internacionales», indicó. Además, subrayó que la UE abogará por un sistema en el que las exenciones sean «permanentes».

Un tono más beligerante utilizaron algunos de los líderes estatales, como el primer ministro belga, Charles Michel, al calificar la actitud de Donald Trump: «Da la impresión de que Estados Unidos quiere negociar con la Unión Europea poniéndonos un revólver en la sien».

Pekín ya tiene su lista

Otro contendiente al que apuntan directamente las decisiones del presidente estadounidense es China. Pekín respondió ayer al memorándum firmado el jueves por Trump con el anuncio de posibles aranceles por valor de 3.000 millones de dólares a la importación de productos de EEUU, lo que aviva el miedo a una guerra comercial que el gigante asiático quiere evitar.

«China no quiere una guerra comercial, pero no le tenemos miedo en absoluto. Tenemos la confianza y la capacidad de afrontar cualquier reto», subrayó con contundencia la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Hua Chunying en rueda de prensa en Pekín.

Su comparecencia se produjo unas horas después de que el Ministerio de Comercio chino anunciara la posible imposición de tarifas a 128 productos de EEUU, incluyendo aranceles del 25% a productos de aluminio reciclado y carne de cerdo, y del 15% para vinos, frutos secos, fruta o tubos de acero.