Siemens AG, socio mayoritario de Siemens Gamesa con un 59% de los títulos, tumbó las propuestas de Iberdrola en la junta general de accionistas celebrara ayer en Zamudio. La eléctrica, que tiene el 8% de la empresa fusionada, quería abordar la ratificación del mantenimiento de la sede en el Estado español y el reforzamiento del gobierno corporativo en materia de operaciones vinculadas.

Según informó la agencia Europa Press, el director de Gobierno Corporativo de Iberdrola, Iñigo Elorriaga, pidió que se diera el visto buenos a sus dos reclamaciones, pese a que el consejero delegado de Siemens Gamesa, Marcus Tacke, y la presidenta, Rosa García, insistieron en que no existe «ninguna duda» sobre la permanencia del «centro de poder» de la firma en el Estado español.

Al parecer, Iberdrola quiso forzar a la compañía a mostrar los compromisos asumidos en relación con el mantenimiento en el Estado del domicilio social, la sede efectiva y operativa como sociedad matriz del grupo, y la sede efectiva y operativa del negocio onshore, así como las medidas para garantizar su cumplimiento.

Además, pidió someter a los accionistas el reforzamiento del gobierno corporativo en materia de operaciones vinculadas, «para la protección de los accionistas minoritarios, frente al riesgo de administración de hecho por parte del accionista mayoritario». Sin embargo, no encontró el apoyo suficiente en ninguno de los puntos.

Un «contrapeso»

Elorriaga aseguró que las propuestas de la eléctrica pretendían conservar los principios en los que se basó la fusión, que «pasaban por un proyecto industrial fuerte y autónomo en España, y por la preservación de un estatuto reforzado de accionista minoritario que sitúe a Iberdrola como una suerte de contrapeso frente a la influencia de Siemens».

«Pensamos que el consejo no dispone de las herramientas necesarias para lograr sus objetivos a la luz del alto porcentaje del accionista mayoritario y determinadas decisiones que toma», precisó.