Iker BIZKARGUENAGA
BILBO

Una lluvia de balas contra la impunidad y por la justicia

Ya son seis los años transcurridos desde que una bala de goma disparada por la Ertzaintza acabó con la vida de Iñigo Cabacas. Y como cada aniversario, desde aquel trágico mes de abril, sus allegados han organizado actos en recuerdo del joven basauriarra. Ayer, una simbólica lluvia de balas arreció contra el Palacio de Justicia en una acción en la que se exigió que se acabe con la impunidad y se demandó justicia con la mirada puesta en la vista oral de octubre.

«Hil zuten, ez zen hil, hil zuten, eta beti oroituko dugu nola hil zuten». La canción de Esne Beltza en homenaje a Iñigo Cabacas sonaba mientras la gente se iba reuniendo frente al Palacio de Justicia. Esta semana se cumplen seis años de la muerte del joven basauriarra por una bala de goma disparada por la Ertzaintza mientras celebraba la victoria del Athletic frente al Schalke 04 en una eliminatoria de la Europa League, y una año más sus allegados y amigos han organizado diversos actos para recordar a Pitu y exigir justicia.

El llevado a cabo ayer por la tarde, con la asistencia de unas doscientas personas, entre las que se hallaban Manu y Fina, padre y madre del joven, fue llamativo, pues consistió en un lanzamiento colectivo y simbólico de balas de goma al Palacio de Justicia. Desde la plataforma Iñigo Gogoan explicaron que con el acto pretendían «algo que hemos ido reclamando en estos seis años, como es la prohibición de las balas de goma, que a día de hoy no están prohibidas; también exigir que se acabe con la impunidad en este caso; y demandar que se haga justicia de cara a la vista que se va a celebrar en octubre», en la Audiencia Provincial de Bizkaia.

Asimismo, indicaron que habían elegido el Palacio de Justicia por la carga simbólica del lugar, para, en vez de hacer una ofrenda floral, como es habitual en este tipo de actos, hacer una «ofrenda de balas de goma», pues fue una de ellas la que acabó con la vida de Iñigo.

Grabaciones de la Ertzaintza

Cuando los reunidos, gente de todas las edades, se alinearon en filas frente a la sede judicial, desde dos bafles empezaron a oírse las conversaciones internas que mantuvieron los integrantes de aquel operativo policial, grabaciones que siguen estremeciendo por muchas veces que se hayan escuchado. El silencio fue absoluto mientras duró la grabación, pero enseguida se rompió en gritos como «Justizia Iñigorentzat!» e «Iñigo Cabacas, gogoan zaitugu!» que acompañaron a la lluvia de balas. A los gritos le acompañaron los aplausos, que arreciaron cuando muchas y muchos de los presentes recogieron algunas de las pelotas que habían quedado desperdigadas frente al Palacio y las metieron dentro, salvando el enrejado que lo protege. Tampoco fueron pocos los simbólicos proyectiles que quedaron colgando de la puerta.

«Hasta el último extremo»

Iñigo Cabacas falleció el 9 de abril de 2012, cuatro días después de recibir el impacto del proyectil disparado por la Policía autonómica, y ese mismo día el lehendakari Patxi López se comprometió a «aclarar hasta el último extremo» lo ocurrido en una noche que debía haber sido de fiesta, no de duelo.

El tiempo ha puesto en su lugar el valor de la palabra de López, la de su consejero de Interior, Rodolfo Ares, y también ha servido para constatar, tras el cambio de gobierno y la llegada de Iñigo Urkullu, que sea quien sea el inquilino de Ajuria Enea, el cierre de filas sigue siendo total respecto a la Ertzaintza. Lo es también por parte de la Fiscalía, que se ha mostrado indolente durante la larga instrucción y que a principios de año anunció que no ve delito alguno en la carga policial que acabó con el joven hincha del Athletic y, por tanto, no ha imputado a nadie.

Juicio sí que ha habido. Contra la abogada de la familia, contra Naiz, GARA, contra su director, Iñaki Soto, y el periodista Iñaki Iriondo. Por una querella presentada por Iñaki Larrea, “Ugarteko”, el mando que ordenó «entrar con todo» en un callejón lleno de gente. Afortunadamente el dislate no prosperó. Pero “Ugarteko” no se sentará en el banquillo en la vista que arrancará el 15 de octubre y que está previsto que dure tres semanas. Sí lo harán seis agentes que participaron en aquel operativo.