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DAMASCO

Ofensiva diplomática en la ONU para «legalizar» el ataque a Siria

Dos días después del ataque de EEUU, Francia y Gran Bretaña contra Siria, la batalla pasa al frente diplomático. Las tres potencias presentan hoy una propuesta de resolución para presionar a Rusia e identificar a los responsables sirios del supuesto ataque químico.

Tras el ataque militar de EEUU, Francia y Gran Bretaña contra Siria, en represalia a un supuesto ataque con armas químicas en Duma, suburbio de Damasco, la ofensiva sigue en el terreno diplomático. Hoy se reúne el Consejo de Seguridad de la ONU, donde los tres estados que lanzaron la agresión en forma de más de un centenar de misiles de crucero presentan un proyecto de resolución que pretende presionar a Rusia para que «deje de proteger» al presidente sirio Bashar Al-Assad ante dos «investigaciones independientes»: una sobre el uso de armas químicas en la que se pide identificar a los «perpetradores»; y otra, sobre supuestos «arsenales encubiertos» que, según los promotores de la propuesta, Siria seguiría ocultando al mundo.

En la misma propuesta de resolución, que será probablemente aprobada por los ministros de Exteriores de los estados de la UE que hoy se reúnen en Bruselas y también será discutida en una cumbre de la Liga Árabe auspiciada por Arabia Saudí, los tres poderes occidentales con derechos veto reclaman evacuaciones médicas y un pasaje libre en todas las provincias de Siria, demandan así mismo que Al-Assad se siente a negociar «sin precondiciones y en buen fe» y llaman a poner en marcha el alto el fuego que fue adoptado, pero nunca materializado, por el Consejo de Seguridad de la ONU.

Siria y Rusia, que recibieron el apoyo de China y Bolivia, siguen denunciando que el ataque fue «una violación flagrante de la Carta de la ONU y de los principios de la ley internacional» y consideran la propuesta de resolución de los atacantes como un intento de hacer que la ONU apoye «el ilegal ataque».

Otra vez, una vez más

Siria es un barril de pólvora, un campo de batalla de guerras cruzadas muy concurrido donde el peligro de que la guerra pueda hacerse incontrolable nunca ha sido tan grande. Por el momento, según los que lo perpetraron, el ataque solo ha ocurrido una vez y no habrá más. Y no parece que suponga ningún cambio radical en el curso de la guerra, según todos los analistas, muy favorable a Al-Assad. No han atacado, ni puesto en peligro, ni a los rusos, ni a los iraníes, ni a la fuerza aérea siria, ni a sus aeródromos. A pesar del tweet de la victoria de Trump, la sensación entre las fuerzas de la oposición era de decepción nada disimulada.

No obstante, lo ocurrido en Siria tiene precedentes: la antigua Yugoslavia, Irak o Libia, esta vez evitando incluso la luz verde del Congreso y los procesos parlamentarios. Sin pruebas claras, simplemente diciendo que, en palabras de Theresa May, es «altamente probable» la responsabilidad de Damasco, o según la Casa Blanca, teniendo un «alto nivel de confianza» o como hizo Emmanuel Macron, que dijo ante los periodistas tener «la prueba» sin ofrecer evidencias para probarla, los poderes occidentales vuelven a atacar a un estado soberano.

Destacan también las declaraciones de la embajadora de EEUU en la ONU, que remarcó que sus «fuerzas están preparadas y cargadas». El ministro de Exteriores francés Jean-Yves Le Drian hablaba de «acciones para frenar el desastre humanitario en Idleb», anticipando un asalto del ejército sirio.

 

«Dejaremos al OPAQ que haga su trabajo sin presión»

El equipo de expertos de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ), con sede en La Haya, que el sábado llegó a Damasco horas después de los bombardeos viajó ayer a Duma para intentar esclarecer lo ocurrido el pasado día 7.

«Dejaremos al equipo que haga su trabajo de forma profesional, objetiva, imparcial, y lejos de cualquier presión», afirmó en declaraciones a AFP el viceministro sirio de Exteriores, Ayman Susan. «Los resultados de la investigación revelarán las alegaciones mentirosas», aseguró.

Los inspectores de la OPAQ tienen por delante una ardua tarea, ya que todos los actores importantes anticiparon sus resultados. Las potencias occidentales justificaron sus ataques afirmando que ya disponían de pruebas del uso de armas químicas. La cumbre de la Liga Árabe condenó el uso de armas químicas y pidió una investigación internacional. En su declaración final, leída por el ministro de Exteriores saudí, Adel al Jubeir., no hizo mención alguna a la operación de EEUU, Gran Bretaña y Francia, rechazada por Irak y Líbano.GARA