Natxo MATXIN
OSASUNA

Play-off, suspenso ineludible

El equipo navarro volvió a fallar en las dos áreas y a defraudar a una afición que le despidió con pitos al descanso y a la conclusión.

OSASUNA 1

CÓRDOBA 1

Se quejaba en la previa el técnico rojillo, Diego Martínez, de que la situación del equipo se estaba valorando en términos apocalípticos y que esto no ayudaba en nada a salir de ella. Algo tendrá que ver que sus pupilos sigan empeñados en aportar argumentos a pie de césped para que esa visión triunfe entre el entorno osasunista.

Pocas justificaciones pueden sostenerse para un equipo que no está haciendo justicia a uno de los presupuestos más elevados de la categoría, que se desangra a cada jornada que pasa en su lucha por optar al ascenso y que, para mayor inri, está acabando con la paciencia de su parroquia cada vez que esta última baja a El Sadar. Aunque ayer se sumó un punto, la sensación final que quedó fue la de derrota y el respetable lo dejó patente con música de viento.

Porque la escuadra navarra prolongó la impresión ya instalada desde hace bastante tiempo de que se le han acabado las ideas, si es que alguna vez las tuvo. Y que desde el banquillo, por mucho que se insista en las matemáticas que restan y en una posible reacción, más fruto de un alarde de fe que de una posibilidad basada en la capacidad futbolística, no parece que vayan a aportarse soluciones que vayan a enderezar la enrevesada coyuntura. Ayer se intentó darle la vuelta al calcetín con un once revolucionario –Lucas Torró no jugó ni un minuto–, pero los males endémicos continúan ahí, bien patentes.

Golazo de Lasso

Por repetitivo y evidente no deja de ser menos cierto que el cuadro rojillo volvió a fallar en las dos áreas. Y esos gruesos debes le apartan de manera paulatina de un play-off que hace nada era aprobado obligatorio y ahora mismo se ve como suspenso ineludible. Encajó en la primera con peligro que llegó el Córdoba –Oier no tuvo su día– y le costó 40 minutos reaccionar con un golazo de Borja Lasso. Entre medio, escaso fútbol y cambio de esquema a la desesperada, amén de muy poco espíritu de remontada, pese a quedar media hora larga para inten- tarlo ante su público.

Osasuna parece ahora mismo un alma en pena, un bloque maniatado y encorsetado a unas directrices robóticas desde el pitido inicial y a sus obligaciones clasificatorias, falto de ese punto de naturalidad e incluso improvisación con el que sorprender al contrario. Mucho nos tememos que esa dinámica poco va a variar en lo que resta de temporada, con un final de ejercicio que apunta al ostracismo y la apatía del que queda en tierra de nadie y despierta poco interés entre los suyos.

Se volverá a repetir esta semana que en Alcorcón –serán baja Xisco y Borja Lasso, fruto de un De la Fuente Ramos que se fue metiendo en un jardín tarjetero– hay una nueva oportunidad de resarcirse, pero el respetable ya no está para seguir viviendo de intenciones. Necesita hechos inmediatos.

 

Diego: «El 0-1 condiciona el partido, nos ha reventado anímicamente»

El Córdoba marcó en la primera que tuvo y esa circunstancia fue determinante, a juicio del técnico rojillo, Diego Martínez. «El partido ha estado muy condicionado por el 0-1, no habían llegado a puerta y eso te revienta anímicamente. Ha sido un palo gordo, nos costó rehacernos», señaló.

No ocultó el preparador gallego que sumar un punto les había dejado «muy decepcionados porque estamos en esos momentos en los que siempre nos toca remar contracorriente, pero hay que seguir».

Diego Martínez, al que se le vio más alicaido que de costumbre, reconoció que «nos cuesta hacer gol, esa es la realidad y ahí es donde está el problema». N.M.