Definitivamente, el técnico rojillo, Diego Martínez, no lleva bien estar sometido a presión o, por lo menos, lo deja caer ante los plumillas cada vez que tiene ocasión, adjudicándoles además a estos últimos parte de la responsabilidad para que esa situación se dé. Interpelado ayer sobre si al equipo rojillo le podría venir bien encontrarse a cierta distancia del play-off –cuatro puntos– para sentir una menor carga en su objetivo de ascender, aseguró sin tapujos que «ya os encargaréis vosotros (por los periodistas) de que haya vida».

Reproche al que acompañó la enésima dosis de victimismo que se ha encargado de trasladar a lo largo de la temporada, esta vez de manera explícita. «No es el día de hablarlo, pero el problema es que hasta cuando hemos estado bien parecía que estábamos mal, y eso ha corrido en contra de muchos jugadores y del rendimiento del equipo», descargó el preparador gallego.

Insistiendo en ello, indicó que «estamos jugando con presión y lo aceptamos», para matizar a continuación que «esas circunstancias tan adversas y tan viento en contra que hemos tenido nos van a hacer mejores como profesionales». Paradójicamente, él mismo tildó de «final» el encuentro de mañana ante los alfareros. «Podéis poner que este fin de semana hay dos finales en Madrid, la de Copa y la nuestra», comentó.

«Nos lo jugamos todo y tenemos que ir con esa mentalidad. Necesitamos los tres puntos y ganar otra vez, ante un rival y campo muy particular por la forma de jugar y las dimensiones», añadió. Precisó, en cualquier caso, que «aunque creemos que nos jugamos todo, después quedarían seis partidos, nuestras opciones están intactas y nuestra mentalidad debe ser ir paso a paso».

Tres centrales

La escuadra navarra todavía se ejercitará en la mañana de hoy, momento en el que Diego Martínez realizará sus últimas probaturas. En la jornada matinal de ayer ensayó con un once, en el que hubo bastantes novedades, comenzando por el cambio de dibujo táctico, que regresaría a la defensa de tres centra- les –Unai, Oier y Aridane– y donde Lillo sería el principal sacrificado, amén de la no presencia de Javier Flaño.

Arzura y Fran Mérida se mantendrían en el doble pivote, mientras que Barja y Coris ocuparían los carriles. Roberto Torres saltaría de inicio en la media punta y habría dos delante- ros, Quique y David. En total, cuatro cambios respecto al equipo frente al Córdoba.