El diputado general de Araba, Ramiro González, defendió ayer el cambio de tres a siete circunscripciones electorales que el PNV está impulsando a través de las Cuadrillas, porque considera más lógico que «cada comarca pueda elegir a sus representantes». El resto de partidos se oponen. Unos, como PP y PSE, porque lo consideran una maniobra preelectoral que altera la proporcionalidad de la representación en beneficio de los jeltzales. EH Bildu y Podemos entienden que adoptar la cuadrilla como circunscripción puede ser razonable o analizable pero no a un año de las elecciones, deprisa y corriendo.

El pasado sábado GARA desveló la maniobra que el PNV había puesto en marcha a través de la Junta de la Cuadrilla de Añana. El intento de cambio de las circunscripciones llega cuando la ley actual lleva más de treinta años en vigor, y en un momento en el que los cambios demográficos conllevan que para las próximas elecciones de 2019 Gasteiz gane un representante más y Aiaraldea lo pierda, lo que provocaría un cambio del mapa electoral que, en principio, sería perjudicial para los jeltzales.

Ramiro González apuntó ayer en la rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno que «hay Cuadrillas que no tienen voz en las JJGG de Álava. Esto es una realidad tras la última reforma de la Ley electoral», que cabe recordar que es de 1987.

El grupo juntero del PP hizo pública una nota en la que acusa al PNV de preparar una «trampa electoral» que «compense su esperado fracaso electoral en Vitoria».

Tampoco los socios de pacto de los jeltzales en la Diputación ven con buenos ojos este cambio, según declaró la diputada de Empleo y secretaria general del PSE, Cristina González.

EH Bildu cree que puede ser posible devolver la representación a las cuadrillas, pero que ha de hacerse de forma meditada y consensuada, no por interés a un año de las elecciones.