Jonathan MARTÍNEZ
VILADECANS
Elkarrizketa
TAMARA CARRASCO
ACTIVISTA DE LOS CDR REPRESALIADA

«La base del CDR es que el pueblo manda, el gobierno obedece»

Tamara Carrasco fue detenida el 10 de abril acusada por la Guardia Civil de sedición, rebelión y terrorismo, cargos que la Audiencia Nacional española rebajó posteriormente. Otro joven está en busca y captura en el marco de la misma operación de criminalización contra los CDR.

El pasado 10 de abril, Tamara Carrasco (1984) se despertó con un contingente de la Guardia Civil en la puerta de su casa y una imputación por sedición, rebelión y terrorismo. Su cara no aparece en las pancartas de apoyo a los represaliados que se ven por Catalunya. Ha pasado un mes desde su detención y es la primera vez que habla a un periódico. «Tomé la decisión de desaparecer, necesitaba asimilar todo lo que me había ocurrido», explica. Desde hace siete años, trabaja en un proyecto de ayuda a personas con discapacidad y ahora vive confinada por orden judicial en Viladecans, un municipio obrero próximo a Barcelona. A pesar de que le retiraron los cargos más graves, sigue a la espera de un costoso proceso judicial, ahora por desórdenes públicos. «Me dicen que existe riesgo de fuga. Como si pudiera huir a Suiza con trescientos euros que tengo en la cuenta».

¿Cómo supo que le acusaban de terrorismo?

Llamaron al timbre como locos. Cuando abro la puerta me encuentro a una decena hombres armados. Entonces me plantan un papel en la cara y me dicen que estoy acusada de sedición, rebelión y terrorismo. Yo les digo que no puede ser. Me dicen que tienen órdenes de registrar la vivienda. Pido un abogado pero me lo deniegan. Cuando me sacan de casa me pego un golpe de realidad. Veo un montón de policías, metralletas, parece Sarajevo. Solo se escuchan los flashes de las cámaras y yo sigo en estado de shock y haciendo un esfuerzo para no derrumbarme. Me meten en el coche y hasta que no llego a la Comandancia de Tres Cantos (Madrid) no me permiten hacer una llamada.

Muchos medios publicaron ese mismo día la fotografía de su detención como si fueras una criminal peligrosa.

Cuando acabaron el registro me preguntaron si me quería tapar la cara al salir y yo les dije que no, que no había hecho nada malo. Ellos sabían que habían detenido a una personal normal y corriente que se levanta todos los días a las seis de la mañana. No soy Junqueras ni Cuixart ni líder de nada.

También fabricaron toda una película con los objetos que encontraron en el registro de su vivienda.

Todo lo que se llevaron cabía en una caja de folios. Lo demás fue un montaje de los medios. Dijeron que tenía los planos del cuartel de la Guardia Civil pero en realidad era un pantallazo de Google Maps con indicaciones para una concentración pacífica que se había celebrado un mes antes. También dijeron que tenía cócteles molotov y eran tres botellas de cerveza.

¿Por qué le escogieron entre todas las personas de los CDR?

Utilizaron un audio de Whatsapp para incriminarme. Un corte en las autopistas o levantar las barreras de un peaje no les preocupa, pero la simple mención del puerto o Mercabarna les puso en alerta. Me acusaban de terrorismo por menos de lo que han hecho los astilleros de Cádiz o los mineros de Asturias.

¿Sintió el apoyo de la gente?

No esperaba tanta solidaridad. Cuando volví a Viladecans me paraban personas mayores y me decían que ellos hicieron cosas más duras para conseguir la democracia. La gente está muy enfadada y siente impotencia de ver que les ha tocado tan cerca. Hacen las leyes y no les importa jugar con la vida de las personas.

¿Hay marcha atrás para la República?

Esto es irreversible. Llega un momento en que te han humillado tanto que no dejan otra opción. Se ha intentado negociar aunque la otra parte no quería, pero llega un punto en que tu dignidad y tu libertad están por encima de cualquier cosa. No es un debate sobre la independencia sino sobre la democracia.

Esa reflexión podría valer también para los casos de Valtònyc, Pablo Hasél o los chicos de Altsasu.

Es una vergüenza que utilicen las leyes para infundir miedo. ¿Cómo es posible que la justicia persiga canciones o tuits? ¿Por qué Jiménez Losantos no ha estado acusado de terrorismo como yo? Él sí llamó a poner bombas en Alemania.

¿La gente está abriendo los ojos?

Mucha gente se ha dado cuenta de lo solos que han tenido que sentirse los vascos. Una chica navarra que había pasado por lo mismo que yo vino a las manifestaciones de apoyo. Otra chica que vive en Viladecans y yo no conocía de nada me dijo: «Soy vasca y sé que lo tuyo no es terrorismo. Tú eres una cabeza de turco». Si a España no llega nada de la realidad catalana, ¿qué nos llegó a nosotros de la realidad vasca? Todo lo que era vasco era terrorismo. Como no nos afectaba, no nos preocupaba.

¿Qué son para usted los CDR?

Son personas que dejan sus colores en casa y se unen para hacer posible una república. La gente ha visto la oportunidad de escribir un libro en blanco con una separación de poderes real, donde no haya personas que coman de la basura, donde los abuelos no tengan que sobrevivir con cuatrocientos euros al mes, donde sea posible estudiar sin depender del dinero que tenga tu familia. En una pequeña república es más fácil garantizar que el gobierno hace lo que decide el pueblo y no el IBEX 35. Es la base del CDR: el pueblo manda y el gobierno obedece.