Nerea GOTI
BILBO
Elkarrizketa
ANA PÉREZ
INTEGRANTE DEL SECRETARIADO NACIONAL DE STEILAS

«La lucha traerá el cambio si trabajamos la unidad sindical»

Steilas, sindicato de personal docente en Hego Euskal Herria, celebra su XI Congreso mañana y pasado en Gernika. Con un preacuerdo en la CAV, el reto es lograr acuerdos que blinden mejoras para la escuela pública en Nafarroa. La lucha sindical está unida a la lucha social y, por tanto, a una educación pública de calidad que ven en peligro. En ese camino, resalta Ana Pérez, la unidad sindical es clave.

XI Congreso y un lema: «Publikoaren alde». ¿Por qué?

Nuestra apuesta siempre ha sido por la escuela pública. Hemos querido recordar y reforzar esto porque creemos que el sistema público está sufriendo ataques y recortes muy graves. El neoliberalismo se quiere cargar el sistema público en general y el sistema público de educación también. Hay cada vez más tendencia a la privatización, más agentes educativos que pertenecen al ámbito privado y están teniendo una incidencia importante. La escuela pública es la que garantiza, o debería garantizar, la cohesión social, la igualdad de oportunidades... Y en este momento está sufriendo ataques importantes.

¿Cuáles son las líneas de trabajo que plantea la ponencia que se debatirá en el congreso?

La ponencia tiene tres ejes. El primer apartado analiza la situación sociopolítica, incide en el ecosocialismo, la emergencia social y la lógica neoliberal, que como modelo dominante recoge el capitalismo patriarcal al que estamos sometidos. La segunda parte está centrada en nuestro ámbito, en los ataques que está sufriendo el sistema educativo desde dentro del neoliberalismo, el riesgo de privatización, las leyes como la Lomce o Heziberri, que no nacen porque sí, sino porque obedecen a unos mandatos neoliberales, o incluso todo el tema de las pruebas externas como Pisa, que plantea la OCDE. Seguimos reivindicando una escuela pública vasca de calidad, inclusiva, laica, que garantice la igualdad de oportunidades.

Queremos dar un paso importante hacia la pedagogía feminista. La coeducación ha sido un eje importante del sindicato, pero pensamos que hay que ir a un análisis feminista de la realidad que debe plasmarse en las aulas, y poner en práctica la teoría y la pedagogía feminista, porque el currículum actual es totalmente androcéntrico. Y de cara a las negociaciones, tener una perspectiva de género al abordar todo el tema de licencias, cuidados, permisos de maternidad y paternidad...

En la trayectoria e ideario de Steilas, además de la defensa de los derechos laborales, ha habido una apuesta por un modelo de educación, de sociedad... ¿o está relacionado?

Todo está relacionado. Nosotros nos reivindicamos como sindicato como agente educativo, aunque muchas veces los departamentos de Educación no nos consideren como tal. En toda nuestra trayectoria hemos trabajado con distintos colectivos con los que compartimos un ideario, porque este modelo social no nos satisface, porque lo que hace es crear cada vez más desigualdad. Como reivindicamos una escuela pública para todos y todas, queremos un modelo social con las mismas oportunidades y derechos para todos y todas. Desde el principio hemos trabajado con distintos agentes sociales no sindicales, formamos parte de la mayoría sindical vasca, de la Carta de Derechos Sociales de Euskal Herria, hemos formado parte de las jornadas ecosocialistas, somos parte de la Marcha Mundial de Mujeres y somos uno de los grupos que hacemos nuestra aportación desde el ámbito educativo. Desde nuestros orígenes hemos estado muy unidos al movimiento feminista, en particular, pero también con el movimiento social y con el internacionalismo. Esto está en nuestras agendas.

Recortes, pérdida de peso de la educación pública en los presupuestos... ¿qué hay de la “recuperación” económica?

Ha habido más recursos pero se están destinando a pagar la deuda y a la creación de grandes infraestructuras, como el TAV... No han tenido reflejo en los servicios sociales. Si en 2009 se destinaba a educación un 4,3% del PIB, ahora estamos en un 3,6%, con lo cual la bonanza económica debe estar repercutiendo en otros sectores pero no en el público. Los recortes han sido importantes y de ahí las movilizaciones.

Las movilizaciones han concluido con acuerdo en la CAV, ¿qué se ha conseguido?

Después de muchos años sin poder sentarnos, las movilizaciones han tenido mucho que ver. El Departamento ha aceptado sentarse y se han recogido puntos de nuestras reivindicaciones, pero todavía quedan temas pendientes, por eso decimos que es un preacuerdo. No es un acuerdo laboral al uso, un acuerdo regulador que, de hecho, también tenemos que negociar porque el que está en vigor tenía un plazo de aplicación hasta 2012.

Ha sido una negociación dura. En el tema de las sustituciones exigíamos que fuesen para todas las etapas y se ha recogido. Planteábamos que ha habido un aumento de las ratios en las aulas y que han aumentado las necesidades en las mismas y pedíamos que se rebajaran las ratios y se diese tratamiento especializado a las aulas con mayores necesidades, y se ha conseguido, pero seguimos reivindicando profesorado específico para necesidades específicas. Otro de los logros importantes es para el colectivo de docentes mayores de 60 años. Se ha planteado una reducción de un tercio, no de jornada laboral, sino de la atención directa al alumnado con el compromiso de que se sustituya, porque no se sustituía si no se daban dos personas en la misma situación en el centro. Tenemos plantillas bastante envejecidas y esto va a suponer un desahogo y liberación de carga para el profesorado de más edad pero también un aumento de puestos de trabajo. Se presentaba para el personal funcionario de carrera, ese era uno de los caballos de batalla, porque pensábamos que esto tenía que ser para todas las personas que estén trabajando. Se ha firmado el compromiso de que en los próximos seis meses se va a trabajar en una solución a este planteamiento.

En Formación Profesional pedíamos que se facilitara la euskaldunización de profesorado que no tiene el perfil lingüístico necesario, y otro de los logros es que la suspensión transitoria, para el cuidado de hijos e hijas menores de tres años, se homologue en condiciones a la excedencia. Se ha logrado que no se penalicen las bajas por enfermedad y hay que seguir trabajando en temas como las inversiones en la escuela pública, políticas ante la segregación y por una escuela inclusiva o la revisión del sistema de modelos que no favorece a la euskaldunización ni a la normalización, cuando al acabar la escolarización obligatoria la propia ley dice que el alumnado debe ser competente en las dos lenguas.

¿Cómo ven la situación de la enseñanza en Nafarroa?

Con el Gobierno del cambio había bastantes expectativas de que se pudieran haber conseguido más cosas. En el Pacto Educativo no se ha avanzado lo suficiente, se ha estado dando largas con el tema de la ley de financiación, la euskaldunización… y estamos en una fase de confrontación. Somos nueve sindicatos y hay una unidad de acción sindical grande. Parece ser que se vuelven a sentar a negociar y puede haber puntos de encuentro. Ahí tenemos todo el tema de la gestión de listas que es bastante complicado. La legislatura va adelante, sería importante blindar temas, porque los pocos avances que se han conseguido peligran si hay un cambio de gobierno. Es importante conseguir un pacto educativo pero se ha estado dando largas. Es curioso, porque en la CAV cuando hablamos de mayoría sindical no estamos todos los sindicatos, pero en Nafarroa se ha conseguido unidad en defensa de la escuela pública, de revertir los recortes y conseguir una financiación que satisfaga.

¿Y el pacto educativo en la CAV?

Heziberri es algo hecho al margen de muchos agentes educativos, como los sindicatos, que son los representantes de los y las trabajadoras que están en el aula y que son quienes tienen que materializar esos grandes proyectos; sin embargo, sí están muchas patronales. Es verdad que la ley de educación está anticuada pero lo que decimos es que, por mucho que queramos hacer una ley muy buena, la Lomce es la que delimita hasta dónde llegar... No tiene mucho sentido hacer una ley que esté bajo esos parámetros.

Otro cambio importante es que pasa de ser la ley de escuela pública vasca a ser la ley de educación, con lo que nuestro temor es que ahí va a volver a perder el sistema público, mientras se nos impone una imagen de que es algo consensuado y participativo.

¿Qué escenario prevé en las relaciones con otros sindicatos?

Siempre hemos trabajado, y lo vamos a seguir haciendo, por la unidad sindical y la mayoría sindical, en el ámbito educativo y en otros, contra el TTIP, contra los nuevos acuerdos transnacionales... Siempre hemos trabajado con los que consideramos nuestros aliados naturales y tenemos claro que la lucha traerá un cambio si trabajamos desde la unidad sindical.

El éxito de las movilizaciones en nuestro sector tiene que ver con una unidad sindical con una representación del 80% de los docentes. Mantenemos esa apuesta en lo social y en lo laboral, por eso estamos en la plataforma de la RGI, en el impulso a la ILP contra la pobreza... desde el ecosocialismo, pasando por el feminismo y acabando en el internacionalismo.