I.S.
bilbo
EUSKAL KOMUNIKABIDEAK HEDATZEKO ELKARTEA

Relevo en EHKE tras veinte intensos años y grandes retos por delante

La Junta de Euskal Komunikabideak Hedatzeko Elkartea (EKHE) se reunió ayer en el Palacio Euskalduna y decidió nombrar un nuevo Consejo, dando relevo al anterior equipo liderado por Gorka Altuna durante las dos pasadas décadas. El Consejo lo formarán Juanpe Plaza, Mertxe Aizpurua, Aritz Otxandiano, Joseba Garmendia y Mati Iturralde.

Este año se cumplirán veinte años del nacimiento de EKHE, la sociedad fundada para crear proyectos periodísticos y comunicativos desde una perspectiva nacional vasca, popular y profesional. Veinte años también de su buque insignia, el periódico GARA. Es decir, el próximo julio se cumplirán dos décadas desde que Baltasar Garzón decidió cerrar “Egin”, de aquel infausto «¿creían que no nos íbamos a atrever?» de José María Aznar.

Precisamente el año pasado se celebró el cuarenta aniversario del nacimiento de “Egin” y, con él, el de toda una tradición periodística propia y diferenciada en el país. Sin ánimo numerológico, esto significa que pronto GARA llevará en los kioskos tanto tiempo como estuvo “Egin”. Se dice pronto para tratarse de «un milagro diario», como insisten una y otra vez quienes se dedican a esto del periodismo escrito.

Si se miran estas dos décadas, el milagro se torna aún más increíble. No contentos con cerrar ilegalmente un medio de comunicación –tristemente a este le seguirían otros–, el Estado español decidió hipotecar las opciones de viabilidad de cualquier nuevo proyecto. Además de encarcelar a venerables periodistas e impulsores de la cultura vasca, bajo el paraguas del «todo es ETA», decidieron endosar a GARA la deuda que “Egin” tenía con la Seguridad Social. «Sucesión de empresas» por razones ideológicas y de mercado. 4,7 millones de euros, es decir, algo menos que el capital que miles de familias, cuadrillas, organismos, empresas y particulares pusieron para fundar GARA. Una barbaridad.

Así, tres cuartas partes de este trayecto, quince años, se han hecho bajo tutela judicial, en suspensión de pagos. Algo inaudito. Por eso el trabajo realizador por el Consejo de EKHE resulta admirable. Porque sostener la viabilidad empresarial de un proyecto periodístico en estas condiciones es excepcional, como tantas cosas en este país.

Reconocimiento y relevo

Por eso también la junta que anualmente reúne a los accionistas de EKHE fue especial, porque cerró ese ciclo de dos décadas con un nuevo equipo. Los consejeros salientes son Gorka Altuna, el presidente Kepa Anabitarte, Josu Goia y Kepa Landa. Ayer en el Palacio Euskalduna también estaba presente Mati Iturralde, que seguirá en el nuevo Consejo, formado junto con ella por Juanpe Plaza, Mertxe Aizpurua, Aritz Otxandiano y Joseba Garmendia. Fueron elegidos por unanimidad.

Como de habitual, en la junta se revisaron y aceptaron las cuentas del ejercicio anterior y se expusieron las fortalezas y las debilidades del proyecto empresarial. Los retos principales siguen siendo la transición digital, el modelo de suscripciones y la vertebración de la comunidad que fundó y sostiene estos proyectos, así como el desarrollo de nuevos medios, como la radio, pendiente aún de las decisiones administrativas que han dilatado injustamente su puesta en marcha.