El corredor italiano Elia Viviani, del Quick Step, ganó la la decimoséptima etapa entre Riva del Garda e Iseo, sobre 155 kilómetros, previa a los tres días de montaña a los que la carrera llega con Simon Yates (Mitchelton-Scott) como líder.

A sus 29 años, en un equipo ganador como Quick Step, a Viviani no le ha quedado otra que espabilarse. De hecho, está viviendo el mejor momento de su carrera profesional. La presión que le meten por detrás corredores más jóvenes como Julien Alaphilippe y, sobre todo, Fernando Gaviria, le está llevando a ofrecer lo mejor de sí mismo y así ayer, en un final peligroso por la intensa lluvia caída y con tres triunfos ya en el zurrón, volvió a arriesgar para sumar un una muesca más. Esta vez por delante del irlandés Bennett (Bora) y el italiano Niccolo Bonifazio (Bahrain Merida).

«Pensábamos que era una etapa perfecta para Bennet y que si la ganaba se me acercaría en la lucha por los puntos. Pero lo hicimos perfecto, fue increíble», comentó Viviani poco después de cruzar la línea de meta.

Al margen del vencedor, el día contó con otros dos protagonistas: el español Luis León Sánchez (Astana) y el italiano Alessandro De Marchi (BMC). Ambos entraron en las dos escapadas de la jornada y vieron malograr su sueño de triunfo a tan sólo 11 kilómetros de la llegada.

Buena andanada de montaña

La de hoy será primera de las tres etapas de montaña que deberá afrontar el pelotón antes de llegar a Roma. Es tal su nivel de dificultad que cualquier cosa puede ocurrir en ellas porque ningún ciclista está libre de tener un mal día. Sin embargo, y como siempre, serán los corredores los que las hagan más o menos llevaderas. Eso sí, terreno hay más que suficiente para que la clasificación salte en pedazos.

Este mediodía llega el primer capítulo de la trilogía. Saldrán desde Abbiategrasso para llegar a Prato Nevoso tras recorrer 185 kms. Es una jornada llana en su mayor parte, con una pequeña cota de 4ª entre medio, pero que se decidirá en un alto de 1ª de 13,9 kms a una media de 6,9% y máximas del 10%.

El viernes será la etapa reina entre Venaria Reale y Bardonecchia, de 185 kms, con final en alto y la Cima Coppi, además de otros de 2ª y uno de 3ª perdidos por ahí. La llegada tiene solo 3 kms de subida, pero en el último de ellos la carretera se inclina hasta el 12%. En cuanto a la Coppi, está a 65 km de meta y es el Colle delle Finestre –lo del fin de la Tierra lo dice todo– a 2.178 metros de altitud, 18,5 kms de subida y máximas del 14%.

Por si no fuera bastante, el sábado se correrá la vigésima entre Susa y Cervinia de 214 kms con tres cotas de 1ª en los últimos 80, por supuesto con final en alto. Son tres puertos de casi 20 kms cada uno que van a saturar de cumbres al pelotón. A Yates se le ve fuerte, casi el más fuerte, pero estos tres días admiten cualquier contratiempo.