Una concentración a las puertas del Parlamento navarro volvió a reclamar justicia para los jóvenes de Altsasu que se encuentran a la espera de la sentencia tras ser juzgados en la Audiencia Nacional española por «terrorismo». El alcalde de Iruñea, Joseba Asiron, y varios parlamentarios de EH Bildu, Geroa Bai y Podemos-Ahal Dugu se sumaron a la movilización.

Bel Pozueta y Edurne Goikoetxea, en nombre de todos los padres y madres de los jóvenes de Altsasu, recordaron que ha pasado año y medio desde que comenzaron las movilizaciones por esto caso y que Jokin Unamuno, Adur Ramírez de Alda y Oihan Arnanz siguen encarcelados, alejados y dispersados».

«Nos gustaría pensar que tras un juicio en el que todo se desmonta, la sentencia se corresponderá con los hechos y por lo tanto será justa. Pero estando en la Audiencia Nacional, en la ecuación entran incógnitas que no son deseables y nos asustan enormemente», señalaron, tras agradecer las muestras de apoyo y solidaridad que han recibido por parte de la sociedad navarra. «Estáis aquí y donde lo hayamos pedido, porque seguís al pie del cañón igual que nosotras», indicaron.

«Hablan de paliza, y paliza es que llevemos este año y medio. Hablan de linchamiento, y linchamiento es lo que los medios han hecho con nuestros hijos e hijas y con todo un pueblo. También hablan de causar terror, puesto justo eso, terror es lo que sentimos cuando vemos el futuro de nuestros hijos e hijas pendientes de un hilo, por unas peticiones desorbitadas y el ensañamiento que se aprecia en nuestro caso», añadieron.

Todavía en prisión

En este sentido, recordaron que tres de sus hijos se encuentran todavía en prisión preventiva y que «la sentencia marcará un antes y un después para toda la sociedad, abriendo la acusación de terrorismo a cualquier actuación que les moleste», alertaron, destacando que Amnistía Internacional ya se ha pronunciado al respecto.

«Nos viene a la cabeza la palabra víctima, porque así nos consideramos, porque hay una clara voluntad de hacernos daño a costa de salirse de los límites de lo razonable, y consiguen generarnos un dolor y una angustia sostenida en todo este tiempo que mina la salud física y psicológica de cualquiera», denunciaron las dos madres.

«Porque queremos vivir tranquilamente, porque nuestros hijos e hijas no son terroristas, ni son delincuentes, ni son manada, ni son agresores ni ninguna de las cosas que los medios al servicio del Estado, saltándose absolutamente la presunción de inocencia y cualquier atisbo de objetividad, les han llamado», reclamaron.

Junto a ello, exigieron que se ponga en libertad a Jokin Unamuno, Adur Ramírez de Alda y Oihan Arnanz, «deben estar con nosotros», como primer paso para «revertir esta situación de injusticia».