GARA
LONDRES

May gana tiempo en el Parlamento con concesiones a diputados conservadores

La primera ministra británica, Theresa May, ganó tiempo al conseguir, con concesiones a algunos de los diputados conservadores, rechazar que el Parlamento tenga la última palabra sobre las negociaciones con Bruselas acerca del Brexit.

La primera ministra británica, Theresa May, evitó ayer que el Parlamento tenga la última palabra sobre el Brexit tras hacer concesiones a los diputados conservadores proeuropeos.

La Cámara de los Comunes rechazó por 324 a 298 una enmienda a la ley del Brexit que daba al Parlamento capacidad de vetar el desenlace de las negociaciones con Bruselas, y que estaba motivada por el temor a que el país saliera de la Unión Europea sin un acuerdo.

Para ello, todos los diputados conservadores potencialmente rebeldes recibieron garantías que aseguraron su voto a favor del Gobierno.

May y los euroescépticos temían que un Parlamento con el poder de decir no al acuerdo final podría frenar de hecho la salida de la Unión Europea.

Esta enmienda era una de las 15 introducidas en la ley del Brexit por la cámara de los Lores, que generalmente se limita a estampar sin más su aprobación a los textos que vienen de la de los Comunes, pero que esta vez había ido «demasiado lejos», en palabras de May, que denunció un intento de «atar las manos del Gobierno en las negociaciones». El texto irá de nuevo a la Cámara de Lores y de vuelta a la de los Comunes para su aprobación definitiva, con lo que la primera ministra ha ganado algo de tiempo. May, que cuenta con una pequeña mayoría parlamentaria gracias al apoyo de los diputados unionistas norirlandeses del DUP, pero con su propio partido dividido, imploró el lunes unidad a sus diputados.

«Tenemos que pensar en el mensaje que el Parlamento enviará esta semana a la Unión Europea. Estoy tratando de negociar el mejor acuerdo para el Reino Unido. Tengo confianza en que puedo lograr un acuerdo que nos permita alcanzar nuestros propios acuerdos comerciales y tener al mismo tiempo una frontera con la UE con la menor fricción posible», afirmó.

Varios diputados tories se habían mostrado favorables a la enmienda que permitía a los parlamentarios forzar al Gobierno a regresar a la mesa de negociaciones en caso de no haber alcanzado un acuerdo satisfacto- rio, por lo que May se vio obligada a negociar algunas concesiones, aún por determinar.