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El BCE abandonará en diciembre la política de estímulo anticrisis

El Banco Central Europeo ha puesto fecha de caducidad al actual programa de estímulo monetario –conocido como la QE, por las siglas en inglés de «expansión cuantitativa»–. En cambio, aleja las subidas de tipos de interés hasta la segunda mitad de 2019, mientras que reduce las expectativas sobre el crecimiento económico de la zona euro.

El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo decidió ayer que las compras de deuda pública y privada de la entidad se reducirán a partir de setiembre a 15.000 millones de euros al mes y concluirán en diciembre.

Además, mantuvo el tipo de interés al que presta a los bancos a una semana en el 0%, les seguirá cobrando un 0,4% por el exceso de sus reservas a un día (facilidad marginal de depósito) y continuará prestándoles a un día al 0,25% (facilidad marginal de crédito). Anunció que prevé mantener los tipos en sus niveles actuales al menos hasta el verano de 2019 y, en cualquier caso, tanto tiempo como sea necesario para asegurar que la evolución de la inflación «permanece en línea con las expectativas actuales de un sostenido ajuste» hacia su objetivo ligeramente inferior al 2%.

La entidad destacó que las decisiones adoptadas en su reunión de ayer, que excepcionalmente tuvo lugar en la capital de Letonia, mantienen «un amplio grado de acomodación monetaria», que asegurará la convergencia hacia ese objetivo.

El BCE reinvertirá el dinero de los títulos de deuda adquiridos que vayan venciendo «durante un período prolongado tras el final de sus compras netas de activos y, en todo caso, durante el tiempo que sea necesario». De esta forma, «contribuirá a que las condiciones de liquidez sean favorables y a que la orientación de la política monetaria sea la adecuada».

Punto de inflexión

Desde comienzos de enero, el BCE compra deuda pública y privada por valor de 30.000 millones de euros, que pasarán a ser de 15.000 millones en octubre, noviembre y diciembre. La decisión de fijar el final de las compras de deuda marca el punto de inflexión en la normalización de la política monetaria del BCE tras las medidas extraordinarias puestas en marcha para hacer frente a la crisis económica en la eurozona.

El presidente de la institución, Mario Draghi, explicó que los miembros del órgano de gobierno adoptaron su decisión de manera «unánime», precisando que este programa de compra de activos «no desaparecerá», ya que pasará a incorporarse como un instrumento más a la caja de herramientas del banco central.

Es más, a pesar de la caducidad anunciada para el programa de compras, Draghi recalcó que el BCE sigue listo para ajustar todos sus instrumentos si fuera necesario.

El crecimiento, a la baja

Por otro lado, el BCE ha revisado a la baja su previsión de crecimiento para la eurozona en el presente año, que sitúa en el 2,1% frente al 2,4% que anticipaba en marzo, mientras que ha incrementado su expectativa de subida de precios al 1,7% desde el 1,4%, según informó Draghi durante la rueda de prensa.

De cara a los dos siguientes ejercicios, mantiene sus pronósticos de crecimiento del PIB en el 1,9% en 2019 y el 1,7% en 2020. Y eleva en tres décimas la previsión de inflación para el próximo año, hasta el 1,7%, cifra que prevé que se repita en 2020.

Al ser requerido para que valorase la situación de la economía de la zona euro, comentó que los riesgos se mantienen equilibrados en general, señalando que las incertidumbres para el crecimiento están vinculadas a factores globales, «incluyendo la amenaza de una mayor proteccionismo», que se han hecho «más prominentes» y apuntando a la necesidad de prestar atención a la persistente volatilidad del mercado.

 

La Fed sigue por la senda de la subida de tipos

La política monetaria de la Reserva Federal de EEUU (Fed) continúa recorriendo un itinerario muy diferente al que sigue el Banco Central Europeo (BCE). Como se preveía, en su reunión del miércoles, la Fed subió los tipos de interés un cuarto de punto, al rango de entre el 1,75 y el 2%, a la vez que anticipó que acelerará el ritmo de ajuste monetario, con dos alzas adicionales antes de fin de año. «La economía se está comportando muy bien, está en gran forma», dijo Jerome Powell, presidente de la Fed, en rueda de prensa al término de la reunión de dos días. También subrayó que «la mayoría de la gente que quiere encontrar trabajos los está encontrando, y el desempleo y la inflación son bajos».

En cambio, Powell asumió que, aunque la situación ha mejorado bastante, la débil progresión de los salarios «es un poco desconcertante», en una horquilla del 2% al 3% cuando se da un escenario de pleno empleo, con un 3,8% de paro y la previsión de que siga cayendo. Lo achacó a una débil productividad.GARA