Los trabajadores del sector de Intervención Social de Bizkaia se movilizaron ayer por las calles de Bilbo en defensa del Convenio Colectivo.

Hubo dos convocatorias. Por una parte, la marcha organizada por LAB, ESK, CCOO y UGT recorrió las calles de la capital vizcaína a partir de las 11.30 empezando desde el Palacio Foral y terminando ante la sede del Departamento de Acción Social de la Diputación.

Los representantes de ELA, por su parte, se concentraron ante el Palacio Foral a la misma hora mientras, a su vez, completaban la jornada de huelga.

El objetivo de las dos convocatorias, así como el de todas las centrales, fue exigir unos servicios y condiciones laborales «de calidad». Según hizo saber ELA, en la última mesa de negociación la patronal propuso una vigencia del convenio de 5 años, con dos años de congelación en el plus de la antigüedad.

LAB recordó que presentaron una propuesta que tenía como horizonte la equiparación de condiciones con el convenio colectivo de Gipuzkoa porque con la reciente firma en el convenio colectivo en Araba, con sustanciales mejoras, el de Bizkaia ha sido relegado al último puesto.

Según los sindicatos, el problema subyace en la patronal; también se quejan de la política privatizadora de la Diputación de Bizkaia, principal titular de los servicios.

«Por si fuera poco, la actitud mostrada por ambas patronales es muy grave cuando quieren poner fecha fin a la negociación por imposición unilateral», crítico ELA, que le parece intolerable que amenacen con no firmar el preacuerdo si no hay conformidad antes del 16 de junio.