Los partidos que sostienen el cambio en Nafarroa subrayaron la magnitud y la importancia de la manifestación que el sábado recorrió las calles de Iruñea para denunciar la situación de los jóvenes de Altsasu.

El portavoz de EH Bildu, Adolfo Araiz, calificó la movilización de «histórica» en varias ocasiones y destacó que «hay una lectura clara: la sociedad navarra en modo alguno acepta lo ocurrido, ni la lectura judicial ni policial de lo ocurrido en el bar de Altsasu y en modo alguno se acepta la desproporción de las penas».

«Creemos que la política de venganza judicial tuvo una respuesta histórica el sábado, dando una muestra de solidaridad y dignidad hacia los jóvenes altsasuarras», añadió Araiz.

También el portavoz de Geroa Bai, Koldo Martínez, valoró muy positivamente la movilización, destacando que fue «un éxito sin precedentes en la historia de Navarra, pese a que desde la derecha solo se ha hablado de la agresión de Alsasua y se ha hablado de una manifestación organizada por el Gobierno de Barkos, los proetarras y los de Podemos». En este sentido, lamentó que un parlamentario de UPN, Juan Luis Sánchez de Muniáin, publicara una carta en un diario local señalando que la manifestación del sábado «fomentaba el odio».

Frente a ello, Martínez subrayó que pese a la multitudinaria asistencia a la manifestación del sábado, esta transcurrió «con un civismo democrático impresionante» y sin que se produjera un solo incidente. Junto a ello, destacó que «además de cantidad, hubo calidad», ya que acudieron personalidades de distintos ámbitos, entre los que citó al filósofo Daniel Innerarity, al físico Pedro Manuel Etxenike o al escritor Bernardo Atxaga.

Esta referencia provocó las iras de Javier Esparza (UPN), que acusó a Martínez de «clasismo, sectarismo y xenofobia» y proclamó que «quienes no apoyamos esta manifestación tenemos menos calidad».

El exabrupto de Esparza no fue obstáculo para que escasos minutos después llamara a «la derecha vasca», en referencia a Geroa Bai, a votar el próximo jueves junto a UPN y PP para evitar que se reduzcan las horas de clases de religión al mínimo legal, como defienden EH Bildu, Podemos-Ahal Dugu, PSN e I-E.

Junto a ello, Esparza criticó a la lehendakari Uxue Barkos por señalar que era necesario escuchar a las personas que se manifestaron el sábado en Iruñea. A juicio del líder de UPN, esta actitud es «incoherente», ya que acusó a Barkos de no escuchar a quienes acudieron a otras dos movilizaciones que, según dijo, «también fueron masivas». Se refería a las convocadas contra la ikurriña en junio pasado y contra el euskara este mismo mes. Esparza obvió que la asistencia a la manifestación por Altsasu fue notablemente superior a las marchas a las que hizo referencia.

Carlos Couso, portavoz del todavía denominado grupo parlamentario Podemos-Ahal Dugu, también calificó la manifestación del sábado de «histórica» y señaló que «es lamentable que la ciudadanía tenga que salir a la calle a pedir justicia. Tenemos un serio problema con la justicia en este país».

Ana Beltrán (PP) criticó al Gobierno navarro por acudir a la marcha del sábado y acusó al Ejecutivo de Barkos de «cobarde» por no acudir a apoyar a la Guardia Civil.