Tras la inquietud de la noche del lunes, Ondarroa trató ayer de recuperar la tranquilidad después de que el fuego consumiera la víspera buena parte de la antigua fábrica de Conservas Ortiz, que obligó al desalojo preventivo de cerca de 40 familias de cuatro inmuebles cercanos.

El Ayuntamiento, a través de un comunicado, agradeció la ayuda a los bomberos y voluntarios mientras los técnicos investigaban las causas del aparatoso incendio. Afortunadamente no se registraron heridos.

El fuego, según las primeras pesquisas, se inició alrededor de las 21.20 en el piso superior de la vieja conservera, en la calle San Ignacio, que resultó muy dañado. Queda por evaluar los desperfectos que el humo o el calor causaron en las viviendas colindantes, cuyos vecinos retornaron a sus hogares pasada la 1.15 de ayer después de ser desalojados con celeridad ante la dimensión de las llamas.

Aunque el Consistorio de Ondarroa habilitó el frontón Zaldupe para que pudieran pasar la noche las familias desalojadas previamente, no fue necesario utilizar la instalación deportiva como albergue.

A primera hora de la mañana de ayer, aunque el fuego fue extinguido para las 2.00, los bomberos continuaban en la fábrica incendiada para retirar restos del tejado y de la fachada que podrían venirse abajo sobre la calle. En los próximos días, se procederá al derribo de los números 25 y 27 de la calle San Ignacio mientras se levanta un perímetro de seguridad.