Joseba VIVANCO
GRUPO F

Y Alemania siempre gana

La vigente campeona estuvo por momentos fuera del Mundial, luego contra las cuerdas, pero un golazo de Kroos la rescató en el 96.

ALEMANIA 2

SUECIA 1

 

La vigente campeona Alemania estuvo eliminada 16 minutos, los que transcurrieron entre el gol de vaselina de Ola Toivonen, un delantero suplente en la Ligue 1 donde ha sumado 0 goles en 23 partidos, y el empate con la rodilla de un Marcus Reus al que las lesiones han castigado los últimos años. Alemania se pasó luego 48 minutos contra las cuerdas porque ese empate dejaba su futuro en manos del México-Suecia para los cuales la igualada les valdría para clasificarse ambos y dejar en el camino a los de Joachim Löw. Pero ya lo dijo, y por algo, el inglés Gary Lineker, lo de que «el fútbol es un deporte de once contra once y siempre gana Alemania». Como hiciera Brasil ante Costa Rica, la Alemania que siempre gana, ganó. Tuvo que contener la respiración, con un hombre menos por expulsión de Boateng, hasta el minuto final del descuento, hasta ese minuto 94 y 41 segundos en el que el madridista Toni Kroos, el mismo que en la primera mitad había errado un pase fácil que provocó el gol sueco, se sacó de su zurda un cañonazo de libre indirecto casi a la escuadra contraria del incrédulo meta escandinavo.

El escritor mexicano Juan Villoro, que seguro siguió muy de cerca el duelo, sostenía que «la camiseta de fútbol surgió como emblema de pertenencia e identidad en tiempos en que cada jugador –o su abnegada madre– estaba encargado de lavar la suya». En un Mundial esa camiseta pesa y mucho más si es la de la de Die Mannschaft. Anoche, sobre el alambre de una eliminación en puertas que podía ser histórica por nunca vista en el caso germán, Alemania tiró de todo su orgullo, de su historia, de su camiseta y le dio la vuelta al partido y al destino en el último suspiro. En inferioridad numérica durante los últimos casi quince minutos, con tan solo dos defensas sobre el campo para acabar el partido, primero el portero rival Olsen sacó el testarazo de Mario Gómez, luego Julian Brant envió un zapatazo a la madera... y a la tercera fue la vencida. Falta escorada paralela a la línea de fondo, Kroos saca en corto y la devolución la envía de parábola al palo contrario.

Alemania vuelve a depender de ella, le vale con ganar a Corea pero si Suecia hiciera lo propio con México habría un triple empate a resolver en base a la diferencia de goles. Pero eso será otro día; hoy, la Alemania que siempre gana, volvió a ganar.