Recep Tayyip Erdogan se declaró ayer vencedor de las elecciones celebradas ayer en Turquía. Según la agencia estatal Anatolia, el jefe del Estado habría obtenido cerca del 53% de los votos. aunque los resultados debían ser confirmados por la Comisión Electoral. La participación fue del 87%, un nivel récord, aunque en la última década nunca ha bajado del 80%.

«Nuestro pueblo nos ha encomendado la labor de desempeñar las labores presidencial y ejecutiva», afirmó en una breve intervención desde Estambul. «Espero que nadie intente ensombrecer los resultados y dañar la democracia para esconder su fracaso», advirtió Erdogan, quien subrayó que «no hay vuelta atrás» de la democracia y el desarrollo económico conseguido durante su mandato y el Gobierno del Partido Justicia y Desarrollo (AKP) que él lidera.

Con el 96,4% de las mesas electorales escrutadas, Erdogan habría obtenido la mayoría absoluta y revalidado su mandato, con el 52,7% de votos, muy cercano del porcentaje que obtuvo en 2014 cuando accedió al cargo. Por detrás, quedaron el candidato del kemalista Partido Republicano del Pueblo (CHP), Muharrem Ince (30,7%); el del prokurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP), Selahattin Demirtas (8,1%), y la conservadora Meral Aksener (7,4%). Los otros dos candidatos no alcanzan el 1% de votos.

A partir de ahora, si se confirman estos resultados, Erdogan no solo será el jefe del Estado, sino también el del Gobierno, ya que con estos comicios entra plenamente en vigor la reforma constitucional de 2017, con la que se ha abolido la figura del primer ministro.

Ostentará así casi todos los poderes, dado que tiene, además, potestad de nombrar a gran parte de la cúpula de la Judicatura y puede incluso promulgar leyes por decreto, si bien el Parlamento tiene la posibilidad de anularlos.

La oposición cuestionó el resultado del escrutinio, a su juicio manipulado, y aseguró que Erdogan quedaría finalmente por debajo del 50%, lo que haría necesaria una segunda vuelta el próximo 8 de julio.

El candidato del CHP, Muharrem Ince, pidió a sus seguidores «no dejarse engañar» por el recuento oficioso, ya que, afirmó, las autoridades siempre difunden primero los resultados de zonas y municipios simpatizantes del AKP, que gobierna el país desde 2002. «Anadolu manipula. Primero da los resultados de lugares con alto porcentaje de votos para Erdogan. Os pido a los que estáis en las mesas, no os desmoralicéis, no abandonéis las urnas en ningún momento», tuiteó Ince.

También el portavoz del partido, Bülent Tezcan, acusó a la agencia de manipulación, aunque la propia plataforma de su partido mostró en cierto momento a Erdogan por encima del 50 por ciento de los apoyos. «No abandonen las urnas, no permitan que les roben sus votos en la mesa. Erdogan ha perdido estas elecciones. Es muy probable que haya una segunda vuelta», dijo Tezcan.

Respecto a los resultados parciales de las elecciones parlamentarias, que se celebraron simultáneamente con las presi- denciales, también daban una ventaja clara a la coalición formada por el AKP y el Movimiento de Acción Nacionalista (MHP). Aunque el AKP, con un 43% de los votos y 297 escaños, no llegaba la mayoría absoluta, los 51 diputados de su socio de coalición le permitirían legislar con holgura en el Parlamento, de 600 asientos –50 más que la Cámara saliente–.

Por otra parte, el izquierdista y prokurdo HDP habría superado el umbral electoral del 10% y contará al menos 64 escaños.

También la formación IYI, escindida del MHP el año pasado, superó ese listón, aunque su presencia estaba asegurada tras su alianza con el CHP.

La jornada electoral transcurrió con relativa calma, aunque con algunos incidentes, como un enfrentamiento en un colegio electoral en la provincia de Erzurum, en el este de Anatolia, donde tres personas murieron en un tiroteo.