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Londres

May se aferra al cargo en plena tormenta política por el Brexit

Theresa May, determinada a no dar su brazo a torcer, presidió ayer una reunión de un Gobierno británico con nuevas caras tras las dimisiones de la víspera de sus ministros David Davis y Boris Johnson por las diferencias en torno al Brexit. Los rumores en torno una posible moción de confianza sobre su liderazgo parecen disipados.

La primera ministra británica, Theresa May, afronta el malestar de los euroescépticos de su Partido Conservador, que creen que está haciendo demasiadas concesiones a Bruselas en las negociaciones de salida de la Unión Europea (UE), pero tiene el apoyo de los moderados y de momento no hay movimientos para someterla a una moción de confianza sobre su liderazgo al frente de la formación. La idea se fue disipando después de que el portavoz conservador, Graham Grady, dijera que no ha recibido el mínimo de 48 peticiones de diputados tories necesarias, aunque dos de los vicepresidentes del partido, Ben Bradley y Maria Caulfield, presentaron su renuncia.

Tras las dimisiones el lunes de los ministros de Exteriores, Boris Johnson, y para el Brexit, David Davis, dispararon los rumores de nuevas renuncias, sobre todo la del titular de Medio Ambiente, Michael Gove, el tercer ministro euroescéptico partidario de un Brexit duro, quien señaló que no seguiría el ejemplo de Johnson y Davis, con lo que parecía que May ha capeado el temporal.

«Mi impresión es que ya ha ido todo lo lejos que podía ir. No veo a más ministros dimitiendo», dijo a AFP Simon Usherwood, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Surrey.

Johnson fue sustituido por el titular de Sanidad Jeremy Hunt, que, al revés que su predecesor, hizo campaña para seguir en la UE. Dominic Raab, partidario del Brexit y exministro de Vivienda, sustituye a Davis a escasos días de que se reanuden las negociaciones con Bruselas.

Ayer, con una foto rodeada de su gabinete de lo más sonriente, May procuró dar por zanjada la crisis que ha agitado a su Gobierno por sus planes para un Brexit suave. Convocó una reunión con sus nuevos ministros que calificó de «productiva», con miras a «una semana ocupada» en la que va a presentar el Libro Blanco con su futuro plan de relación bilateral con la UE.

Hunt dijo que es el momento de demostrar que Reino Unido es «una voz segura y fuerte en el mundo» y prometió apoyar a May «para que alcancemos un acuerdo con la UE basado en el que el Gobierno acordó en la residencia de Chequers» y que consiste en buscar «una zona de libre comercio» para bienes.

Británicos y europeos esperan alcanzar un acuerdo sobre los términos de salida y sobre la futura relación comercial en una cumbre en octubre.

La supervivencia de May depende también de la reacción europea a sus planes. Ayer se reunió con su homóloga alemana, Angela Merkel, con ocasión de una cumbre sobre los Balcanes Occidentales. Merkel aplaudió la propuesta acordada la semana pasada y destacó que supone un «paso adelante»