Agustín GOIKOETXEA
BILBO

El CRL detecta «cierta recuperación de la negociación» colectiva en la CAV

El Consejo de Relaciones Laborales (CRL) constata una mayor aplicación el año pasado de convenios de ámbito estatal en la CAV, así como los sectoriales frente a los de empresa, que siguen decayendo. Al finalizar 2017, el 39,2% de la población trabajadora tenía un pacto vigente, lo que, entiende, denota «cierta recuperación de la negociación».

El presidente del Consejo de Relaciones Laborales de la CAV, Tomás Arrieta, presentó ayer en Bilbo el informe sociolaboral de 2017 y avanzó la tendencia para el presente ejercicio. Detecta que la negociación colectiva sectorial se reactiva ligeramente, al crecer un 16,2% la población trabajadora con un convenio vigente, que alcanzó al final del ejercicio analizado el 39,2%.

Arrieta explicó en su comparecencia que la negociación colectiva da muestras de cierto grado de recuperación respecto a años precedentes, pero no son «signos claros» que le lleven a &bs;poder afirmar que se está produciendo un «desbloqueo efectivo». «Esperemos que sea algo más que un espejismo y abra una evolución clara hacia un nuevo periodo», indicó.

El porcentaje de trabajadores con convenios prorrogados y pendientes de renovación cayó un 14,7%, situándose en el 41,5%, y el de las personas que no tienen cobertura por haber decaído los suyos disminuyó ligeramente hasta fijarse en el 19,3% a final de 2017. El CRL ha detectado que en el primer semestre del año se han recuperado algunos convenios decaídos, descendiendo en cinco puntos porcentuales el colectivo de personas sin convenio.

Al finalizar el año pasado, 305.349 trabajadores de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa tenían la cobertura de un convenio, vigente o prorrogado, negociado en la CAV, 2.394 más que al cierre del ejercicio anterior. Las que aumentaron fueron aquellas personas amparadas por un pacto de ámbito estatal al decaer el autonómico, que fueron 157.155 al sumarse 8.122 trabajadores más respecto a 2016.

El informe recoge que los convenios negociados a nivel autonómico están descendiendo «drásticamente» desde la aplicación de la reforma laboral en 2013. Tomás Arrieta entiende que los agentes sociolaborales vascos están perdiendo espacio en la negociación colectiva y por lo tanto, «la foto resultante no es muy positiva».

La cobertura de los convenios sectoriales alcanzó al 57,4% de las personas, lo que supone que 143.221 trabajadores la hayan perdido desde 2012. Arrieta manifestó que esta pérdida no se ha visto compensada por el incremento de 3 puntos porcentuales de los convenios de empresa, ya que solo afectan a 11.763 trabajadores más que hace cinco años. El presidente del CRL cree que el recorrido de los convenios de empresa «está casi agotado».

Arrieta considera que la aplicación del convenio de empresa frente al sectorial «en el fondo es un mecanismo de ajuste para situaciones excepcionales». Argumentó a este respecto que la aplicación de salarios a la baja «debería estar justificada por circunstancias objetivas que explicaran la necesidad de establecer retribuciones inferiores a las sectoriales».

«Esa decisión –puntualizó– debería estar justificada objetivamente. No estoy en contra de que una empresa aplique salarios por debajo de los sectoriales, porque pactar un salario en un proceso de negociación es algo que corresponde hacer a las partes».

Hipotéticas reformas

Ante hipotéticos cambios que pudiera querer introducir el Gobierno Sánchez en el Estatuto de los Trabajadores, Arrieta opinó, a título personal, que resultaría difícil por la actual aritmética parlamentaria en Madrid. «Una reforma que tocara el tratamiento de la ultraactividad iría bien orientada» porque «hay que dar estabilidad a los convenios colectivos al menos mientras duren los procesos de negociación. La norma que vincula la vigencia de un convenio a un plazo tasado de tiempo no es la mejor fórmula para conseguir estabilizar el modelo».

En el ámbito de los salarios, el informe del CRL insiste en la gran brecha salarial entre los sueldos más bajos y los más altos, no descartando que esa diferencia se incremente aún más. Y considera «preocupante» que los efectos de la crisis a partir de 2008 «afectaran en mucha mayor medida a las retribuciones más bajas que a las media y altas», asociado también a la mayor capacitación de unos y otros trabajadores.