M.I.
SIBERIA

Keanu Reeves, en un thriller sobre mafias rusas

A Keanu Reeves la llegada del nuevo milenio le sentó como un tiro, y desde el final de la trilogía “Matrix” no ha vuelta a levantar cabeza. Con “Constantine” (2005) entró en una vorágine de películas de género cochambrosas, por lo general relacionadas con el cine de acción oriental más trasnochado, y del que títulos como “El poder del Tai Chi” (2013) o “La leyenda del samurái” (2013) son un ejemplo deprimente. La saga “John Wick” (2014), de la que ya prepara una tercera entrega tampoco le ha ayudado a mejorar resultados en taquilla, porque de los críticos no conviene hablar. Lo peor de todo es que se implica en esos proyectos como productor, lo que quiere decir que tiene muy mal ojo a la hora de tomar sus decisiones, o eso o que el rollo zen que lleva no le otorga precisamente la clarividencia.

Y en medio de todo ese berenjenal nos llega “Siberia”, película de la que apenas se sabe nada porque el Reeves productor se ha cuidado muy mucho de no hacer pasos previos, pues tal es la confianza que parece tener en ella. En fin, su papel es el de un traficante de diamantes, que se ve envuelto en una estafa de piedras precisoas falsas detrás de la cual está la mafia rusa. Se anuncia como un thriller romántico, en función de la relación que el protagonista establece con Ana Ularu.