Mikel INSAUSTI
HOTEL TRANSILVANIA 3: UNAS VACACIONES MONSTRUOSAS

Una escapadita de los Cárpatos en un largo crucero

Las finanzas del estudio Sony se han visto en los últimos tiempos en números rojos, dentro de una crisis de la que se salva la división animada. Parte de ese alivio económico que hace grande a Sony Pictures Animation se debe a la franquicia “Hotel Transylvania”, que ya va por su tercera entrega con las cuentas saneadas. La primera entrega costó 85 millones de dólares y recaudó 358, mientras que en la segunda se invirtieron cinco menos e hizo una taquilla todavía mejor, con un total de 466 millones. La tercera ha resultado ser la producción más barata con un gasto recortado de 65 millones, y unas buenas expectativas por aquello de que su tema se ajusta al tipo de producto refrescante que está dispuesto a consumir el público familiar en la temporada estival.

Otra garantía es la continuidad en la dirección de Genndy Tarkakovsky, que ha sabido conferir a la saga un ritmo dinámico de comedia terrorífica embromada y apta para menores, de acuerdo con su rica experiencia previa en las series televisivas animadas “Las Supernenas”, “El laboratorio de Dexter”, “Samurai Jack” y “Star Wars: Clon Wars”.

En “Unas vacaciones monstruosas” la familia considera que Drac necesita airearse, porque está obsesionado con encontrar pareja. Piensan que un crucero le vendría muy bien, a modo de escapada de la vida en el hotel de los Cárpatos. Ellos también tienen derecho a hacer turismo y se embarcan en un crucero, sin imaginar que el patriarca se va a enamorar de la capitana del navío, descendiente de su enemigo Van Helsing.