GARA
BILBO

Laboral Kutxa presenta unas expectativas positivas en la «etapa de salida de la crisis»

La entidad bancaria vasca entiende que 2017 «ha sido un año de recuperación cíclica» y que este ejercicio seguirá por la misma senda. No obstante, teme que la creciente incertidumbre reduzca el progreso.

Los analistas de Laboral Kutxa consideran que el ejercicio de 2018 estará caracterizado por «la continuidad de la fase expansiva actual», tanto a nivel mundial como en Hego Euskal Herria, expectativas que confirma la información recogida en el primer semestre por su Departamento de Estudios.

«En cualquier caso, también se espera cierta ralentización en la segunda parte del año, en la que podrían afectar ciertos desarrollos que implican riesgos a la baja en el escenario central planteado», se advierte en el resumen del informe sobre la economía en 2017 y perspectivas para 2018, presentado ayer, en Iruñea y Bilbo, por el director del Departamento de Estudios , Joseba Madariaga, y el de Desarrollo de Negocio, Xabier Egibar.

En el informe se destaca la preocupación que provoca «la ola de proteccionismo y guerras comerciales por el coste que ello supondrá en términos de PIB y empleo a nivel global». Cuestiones que llevan a «un incremento de la incertidumbre por las dificultades de medición de los efectos» que puede acarrear este tipo de medidas. «Son acciones que se toman de manera cruzada entre varios países, pero en el contexto de las cadenas de producción globales los efectos se reparten de manera asimétrica entre países, sectores y empresas», añade. Otros factores que suponen riesgos para la economía global son «la crisis migratoria, el brexit y su proceso de negociación, el Gobierno italiano y su posicionamiento en determinadas cuestiones y, en el ámbito doméstico, el conflicto de Cataluña».

No obstante, Laboral Kutxa mantiene que las expectativas son «positivas» para el año en curso, con tasas de crecimiento en el entorno del 3% en la CAV, en Nafarroa y en el Estado. «Y, si no se materializa ningún escenario de estrés, 2019 será un curso en el que las tasas pasarán a valores próximos al 2,5% en los tres ámbitos geográficos analizados».

Lo positivo de esas cifras «no debe hacer olvidar las debilidades de la economía en esta etapa de salida de la crisis», se indica en el documento, donde se precisa que «quizá el problema más acuciante sea el de la consolidación de las cuentas públicas», ya que, aunque el déficit baje del 3% este año, se estima que «el endeudamiento público es muy elevado» .