Koldo LANDALUZE
DONOSTIA

Canal TCM emite un homenaje cinéfilo dedicado a Kubrick

Con motivo del noventa cumpleaños de Stanley Kubrick, TCM ha preparado una cuidada selección de títulos de este autor referencial que legó para la posteridad obras como «Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú» o «2001: Una odisea en el espacio».

El próximo 26 de julio se celebra el noventa aniversario del nacimiento de uno de los cineastas más influyentes de la historia del cine, Stanley Kubrick y el canal TCM se suma a esta celebración con una parrilla de contenidos especial que se prolongará durante varios días y que incluirá algunas de las producciones más referenciales del autor de “La naranja mecánica”.

A modo de prólogo, esta noche a las 22:00 se emitirá la considerada como su primera gran obra, tercera en su filmografía, “Atraco perfecto” –1956–. Un thriller brillante basado en un guion del gran novelista de género negro Jim Thompson y que explora de manera implacable las pasiones humanas.

Mañana, a la misma hora, le llegará el turno a “Lolita” -1962- que, al igual que la novela homónima de Vladimir Nabokov, generó una gran polémica en la época. Una de las obras más trascendentes del director, “2001: Una odisea en el espacio” –1968–, se emitirá el 25 de julio a las 22:00. Un clásico del cine que todavía hoy sigue inspirando múltiples lecturas.

El jueves 26 de julio, el tributo a Kubrick arranca a las 15:15 con “Atraco perfecto” – 1956–, seguido a las 16:40, de nuevo, con “Lolita” y el sobresaliente documental “2001 destellos en la oscuridad” –2018–, que mediante animación tridimensional recrea animación la entrevista que el realizador concedió a la revista “Playboy” en el verano de 1968, se emitirá a las 19:10.

A las 19:35 esta maratón cinéfila se prolongará con el reconocido clásico “2001: Una odisea del espacio” y a las 22:00 volveremos a disfrutar con la rebelón liderada por el esclavo tracio que encarnó Kirk Douglas en “Espartaco” –1970–. Como colofón se emitirá a partir de las 01:05 el clásico “Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú” –1964–, donde el director neoyorquino plasmó con acidez e ingenio su preocupación por las consecuencias catastróficas de la Guerra Fría.